Dario Argento en uno de los grandes nombres del cine italiano. Junto a Mario Bava es considerado el padre del giallo, el terror italiano que presentó muchas de las características que posteriormente serían tomadas por Hollywood para el slasher. Si bien Argento se ha dedicado casi exclusivamente al cine de género, sus influencias han sido múltiples y así lo relató en una entrevista con la revista Sight & Sound el pasado mayo.
El cineasta que marcó una época en el cine del siglo XX
Hablando de sus preferencias como cinéfilo y específicamente de cine italiano, el director de El pájaro de las plumas de cristal aseguró: “De todos los directores italianos, para mí Antonioni es el mejor“. Haciendo referencia al cineasta fallecido en 2007 que fue responsable de algunas de las más importantes obras del cine de siglo XX, Argento hizo un repaso por sus films favoritos y puso el acento en cuestiones técnicas que diferenciaron a Antonioni del resto de sus contemporáneos.
“La aventura (1960) es una obra maestra. No tiene piedad, no perdona a nadie. El eclipse (1962) es otra obra maestra, una película hermosa y realmente misteriosa. Su manera de representar lugares, de contar historias mediante la descripción de plazas, calles. Sus elecciones estaban llenas de fantasía, inspirado por los grandes pintores italianos del siglo XX”, expresó en diálogo con el citado medio.
En torno a los principios de Antonioni sumó: “Me encanta La dama sin camelias (1953) y las otras películas más tempranas, aquellas en blanco y negro, son tan extrañas, con esas atmósferas separadas, esos personajes que casi no hablan entre ellos. La dama sin camelias se sitúa en el mundo del cine y es muy feroz. En un punto, el personaje de Lucia Bosé comienza a ser lentamente tomado por el mundo del cine, por gente pérfida, sin piedad. Está hermosamente hecho”.
Finalmente, Argento habló de cómo su cine y el de Antonioni terminaron por vincularse: “Posteriormente incluí a David Hemmings en Rojo profundo (1975), pero no sé si fue un homenaje o una coincidencia. Creo que se puede decir que es un homenaje, dado que él había actuado en Blow Up (1966), pero también una coincidencia porque cuando lo contraté honestamente no pensé en él como el gran actor de Antonioni”.