Twin Peaks, Mulholland Drive y Eraserhead son solo algunos de los nombres de producciones que hicieron que David Lynch sea hoy el referente que es en cuanto a dirección. El oriundo de Montana siempre se ha dedicado a un tipo de proyectos que, lejos de ser pochocleros y superficiales en cuanto a significado y contenido, se enfocan en un mensaje más profundo del que normalmente se puede sacar de producciones hollywoodenses.
Según recuerda Far Out Magazine, en una entrevista con The Atlantic el propio Lynch comentó que “las ideas son como peces. Si quieres pescar peces pequeños, puedes quedarte en aguas poco profundas. Pero si quieres pescar peces grandes, tienes que ir más profundo. En el fondo, los peces son más potentes y puros. Son enormes y abstractos. Y son muy hermosos”.
Por otro lado, cuando le tocó hablar sobre su inspiración en lo que respecta al cine contemporáneo, Lynch señaló que “no es un cinéfilo” y que “rara vez tiene tiempo para ir al cine”. Aún así, su gusto ecléctico es el resultado de décadas de historia del cine, destacando a Stanley Kubrick, Billy Wilder, Federico Fellini, Jacques Tati y Alfred Hitchcock como algunas de sus influencias más grandes.
En una entrevista que tuvo lugar en Madrid durante 2013, Lynch fue consultado sobre sus largometrajes y cineastas modernos favoritos, antes de responder que no tiene tiempo para ver películas nuevas, y señaló: “No es que no tenga interés, solo hay 24 horas del día y me gusta trabajar”. Sin embargo, presionado por una respuesta, el director confesó: “Me gustan los hermanos Coen, creo que siempre son sólidos, me gusta Werner Herzog, Martin Scorsese, Aki Kaurismäki, me gusta mucha gente”.