Como cada vez que un artista toma riesgos creativos, algunas licencias que se tomó el director de esta última entrega de Star Wars ha cosechado un sinfín de comentarios y valoraciones negativas por parte de los espectadores del filme en sitios como Rotten Tomatoes, todo eso a menos de una semana de su lanzamiento en salas de cine. Más concretamente, la pieza cinematográfica en cuestión mantiene al momento una aprobación del 55% por parte de su audiencia. Esa es una cifra bastante mala, pero contrasta fuertemente con la calificación de los críticos que tiende a ser bastante positiva, acercándose al 93%.
En una entrevista de hace dos días con el medio británico Business Insider, el director y guionista se refiere a la disconformidad por parte de algunos seguidores como algo natural que él está dispuesto a tomar de la mejor manera, sin dejar que lo afecte para mal:
“Sé por mi propia experiencia que, antes que nada, los fans son tan apasionados y están tan involucrados que algunos me lo demuestra de forma violenta a través de Twitter”.
Más adelante, remata: “Pero es justo porque les importa tanto ese asunto que les lastima, porque es lo que pasa cuando esperás algo específico de algo que amas y no lo consigues. Eso siempre va a doler, así que no me lo tomo personal cuando ellos reaccionan negativamente y se descargan conmigo en Twitter. Está bien. Es mi trabajo estar ahí para eso. Como dijiste, cada fan tiene una lista de cosas que espera y otra de las que no quiere en una película de Star Wars. Vas a encontrar pocos seguidores cuyas listas coinciden”.
También se refirió al trabajo de directores anteriores que han dado vida a esa saga y señaló que sabe que George Lucas nunca se sentó a pensar qué es lo que el público quiere ver antes de hacer una de sus películas. Dice que no funcionaría en todo caso trabajar preocupado por lo que cada uno espera de él porque siempre habrá alguien que luego le dirá “Jodete, arruinaste Star Wars“, y terminaría por hacer una mala película, y eso justo lo que nadie quiere que suceda.
Destacó asimismo que la gran mayoría de reacciones que le llegan a través de Twitter, del 80 al 90%, son bastante afectuosas. Así que concluye que cuando se trae a colación las críticas descontentas con la película, no se está hablando del panorama completo, porque también hay mucha alegría y amor por parte de los fans respecto a esta reciente producción.
Este artículo de NME parece respaldar algunas de las afirmaciones de Johnson al mostrar un panorama de reseñas que aplauden la labor del cineasta con este largometraje, dentro de ellas destaca la de Peter Bradshaw de The Guardian, que elogia esta película comentando que logra una certeza eufórica relacionada con el universo mítico propio de la saga que ninguna otra franquicia del séptimo arte consigue generar.
Incluso NME valoró de forma positiva este episodio VIII de Star Wars calificándolo como una apuesta arriesgada y conmovedora en su crítica oficial que le concedió 4 estrellas en una escala de 5.
Tan solo falta saber qué opinan los fans hispanoparlantes de esta nueva entrega de la saga. La película ya está en carteleras.