Martin Scorsese debutó como director de cine en 1967 con el film independiente Who’s That Knocking at My Door, para luego saltar a la fama años después, más precisamente en 1973, de la mano de Mean Streets, largometraje que protagonizó Robert De Niro. El período que le siguió fue de grandes éxitos hasta que en 1982 presentó The King of Comedy, cinta que, si bien fue bien recibida por la crítica especializada, fracasó en taquilla.
Por supuesto, el inesperado desastre de recaudación generó en Scorsese el deseo de hacerse de un guion sólido y fue así como, según recuerda Far Out Magazine, decidió trabajar “en una situación de estudio donde todo tenía que discutirse y resolverse”, y como resultado, le enviaron “muchos” guiones.
Un thriller y una comedia: los dos rechazos de Scorsese
Acorde al citado medio, durante una entrevista de 2020 con Deadline, Scorsese dio a conocer que le había bajado el pulgar a los guiones del thriller Witness (1985) de Peter Weir y la comedia de acción Beverly Hills Cop, que terminó siendo encabezada por Eddie Murphy. “Estaba recibiendo muchos guiones. Witness, Beverly Hills Cop, había muchos. Pero yo no quería hacer esas películas. Después eliges tu curso. Es un camino más difícil”.