En julio de 2016, Sony Pictures Releasing le presentó al mundo la tercera entrega de la franquicia de Ghostbusters que, lejos de convertirse en un éxito de taquilla como el estudio hubiera deseado, logró recaudar menos de 90 millones de dólares, incluso aunque la crítica especializada vio con buenos ojos el film.
Después de casi cuatro año del estreno de la cinta, Paul Feig, el cineasta elegido por Sony para encargarse de su producción, habló recientemente con el programa de SiriusXM, The Jess Cagle Show, y culpó a Donald Trump por el fracaso del largometraje que tuvo a Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon, Leslie Jones y Chris Hemsworth como principales protagonistas.
Cabe recordar que en el 2016, el magnate de los bienes raíces se postuló para suceder e Barack Obama como el presidente de Estados Unidos y, finalmente, logró derrotar a su contraparte y representante del Partido Demócrata, Hillary Clinton.
“Creo que algún autor, investigador o sociólogo realmente brillante necesita escribir un libro sobre el 2016 y lo entrelazados que estábamos con Hillary [Clinton] y el movimiento en su contra”, aseguró el cineasta oriundo de Michigan.
Y continuó:
“Ese año todos estaban en un punto de ebullición. No sé si tener un presidente afroamericano durante ocho años fue lo que los hizo sentirse ansiosos, pero estaban listos para explotar. Para cuando anuncié, en 2014 o 2015, que iba a hacer [la película con un elenco de mujeres] comenzó [una locura]”.
“Es increíble ver cómo la gente se vuelve loca al ver mujeres empoderadas o cuando están en posiciones en las que normalmente no estaban. Fue un año muy, muy feo”, finalizó Feig.
Las aventuras de los Cazafantasmas de los años ochenta se caracterizan por tener un grupo conformado en su totalidad por hombres, por lo que cuando se reveló que el nuevo equipo solo estaría compuesto por mujeres las críticas no se hicieron esperar y las redes sociales se llenaron de amargos comentarios atacando a las actrices, insultos y señalamientos negativos sin ningún tipo de fundamento razonable.