El pasado jueves 2 de enero se llevó a cabo la 31ª edición de la gala anual de Palm Springs International Film Festival Film Awards en California y, sin lugar a dudas, uno de los momentos de la noche, tuvo a Greta Gerwig y a Quentin Tarantino como protagonistas.
La nominada al Oscar por su cinta Lady Bird fue la encargada de presentarle el premio de Director del Año al ya legendario cineasta de Knoxville y, para ello, dio un sentimental discurso en el que habló sobre el profundo impacto que Tarantino tuvo en su vida, desde mirar con anhelo una copia de Pulp Fiction en la tienda de videos cuando era niña hasta elegir grabar su más reciente largometraje, Little Women, en cinta en lugar de digitalmente en un gesto a la preferencia de su colega.
“Quentin Tarantino hace películas como si éstas pudieran salvar al mundo”, dijo Gerwig. “Los films pueden matar a Hitler, liberar esclavos y darle a Sharon Tate un verano más… hace que las cintas como si ellas mismas fueran importantes, como si ambas fueran de alto arte, lo que son, y que son arte populista, lo que son. Están diciendo las verdades más profundas a las multitudes más grandes con la valentía que viene con la confianza de que colectivamente todos serán cambiados para mejor por la experiencia.”
Después de escuchar las emocionantes palabras de Greta a lo largo de sus seis minutos de discurso, Tarantino admitió estar al borde de las lágrimas.
“Ella literalmente dijo acerca de mí cosas que sólo puedo imaginar que alguien diría en mis sueños más descabellados”, confesó Quentin. “Gracias, muchas gracias. Bromeo diciendo que cuando la gente va a hablar de mí, digo: ‘Hablá de mí como si estuviera muerto’. Nunca lo hacen, ¡y vos lo hiciste!”
Tarantino se llevó a casa el reconocimiento gracias a su trabajo en Once Upon a Time… in Hollywood. Además de él, hubo otros once honrados a lo largo de la gala que contó con una asistencia de unos 2.500 personas y recaudó casi 2,5 millones de dólares para el festival, según reconoció su presidente Harold Matzner.