El legado de Wes Anderson trasciende el séptimo arte gracias a sus armoniosas paletas de colores, la simetría de sus encuadres y la impecable decoración de la mayoría de las locaciones de sus rodajes. Una muestra de ello es que en diversos lugares del mundo se ha intentado emular el encanto de su estilo. Un buen ejemplo es Biasol, un estudio de diseño de interiores con sede en Australia que utilizó tonos tierra y apeló a la impronta nostálgica y estilizada del cineasta para ambientar el Cafe Budapest en Carlton, Melbourne.
De esta manera, los 94 metros cuadrados del local gastronómico están protagonizados por los tonos oscuros como el terracota y naranja que brindan diferente profundidad a sus paredes, mientras que los tonos beige y arena más suaves se pueden encontrar en los elementos de primer plano como los arcos focales que, naturalmente, están inspirados en The Grand Budapest Hotel, film que Anderson estrenó en 2014.
Según reporta el sitio Dezeen, esta no es la primera vez que dicho estudio crea un espacio con esas características, pues hace unos meses también diseñó una primera ubicación en Chengdu, China. En tal sitio colocaron superficies de mármol y paredes y objetos en tonos verde pastel. Sobre estos proyectos, un representante de Biasol comentó ante la prensa:
“Nuestro diseño se basa en los mundos meticulosos, memorables y mágicos de Anderson que crean un destino acogedor con personajes caprichosos y escenas míticas.”
Sin dudas, se trata de la clase de sitios que debería estar en el itinerario turístico de los seguidores del citado director, pues visitarlos podría resultar una experiencia bastante cercana a estar dentro de una de sus entrañables películas.