Netflix tiene un nuevo hit: la película española El Hoyo. Este film, que ocupa los primeros puestos de tendencias del gigante del streaming, no podría haber llegado en un mejor momento. Con muchísimos países viviendo en cuarentena por un virus que confina al encierro y pone en riesgo la salud mental de las personas, aparece esta película. La opera prima de Galder Gaztelu-Urrutia toca todas esas temáticas, aunque de manera extrema.
Como si se tratara del infierno de Dante, conocemos un hoyo que es una especie de cárcel dividida en niveles; en cada nivel se encuentran dos personas. Así, vamos conociendo el gran banquete que ingresa en el hoyo cada día, pero que solo los de arriba podrán disfrutar realmente, ya que nunca llega suficiente alimento para los de abajo. La narración y los diálogos insisten mucho en esta polarización entre los de arriba y los de abajo, haciendo una alegoría de las clases sociales, que llega a gastarse en varios momentos.
El Hoyo también echa mano al gore, reforzando el efecto de la bestialidad que se desata en los humanos en condiciones de encierro y una especie de guerra civil entre clases. Lo curioso es que, quienes están dentro del hoyo van subiendo y bajando de niveles, pero nunca saben cuándo les faltará el alimento. Cuando el film está por ponerse un tanto monótono, la historia toma un giro: el protagonista intentará subvertir el orden planteado (claramente una metáfora de un capitalismo feroz), dejar el status quo y lucha de clases para enfrentar al “verdadero enemigo” que es la administración, enviando un mensaje a través de la comida.
El Hoyo puede presentarse como pretenciosa, haciendo un uso exagerado de alegorías, recurriendo al gore y al canibalismo en repetidas ocasiones, lo cual muchas veces pierde su efecto. Un aspecto que parece compartirse en muchos sectores de la crítica es que en muchos momentos su estética cobra más importancia que lo narrativo: tanto los banquetes como las escenas de acción y varias de las tomas “nocturas” son altamente atractivas en su estética.
Si bien podría juzgarse como un film débil en varios aspectos, la película cosechó variadas nominaciones en los Premios Goya, Gaudí y premios en el importante festival de género de Sitges. De todos modos, se presenta como una producción fiel al estilo de Netflix, con una hora y media de duración, entretenida permanentemente y con los condimentos justos para ser un hit en un momento de encierro mundial.
Mirá el tráiler a continuación: