El negocio del dolor era una de las películas más esperadas de Netflix este año y ya se encuentra disponible en la plataforma. El film cuenta con las actuaciones de Emily Blunt, Chris Evans, Catherine O’Hara y Andy García y ya se encuentra entre lo más visto por los usuarios, aunque desde la crítica no ha obtenido las mejores opiniones.
La sinopsis oficial del film reza: “En busca de una mejor vida para ella y su pequeña hija, Liza Drake (Blunt) acepta el trabajo que le ofrece Pete (Evans) en una empresa farmacéutica en quiebra, donde gracias a su carisma, empuje y valentía logra ascender rápidamente al nivel de vida que deseaba, pero queda atrapada en medio de una conspiración criminal que augura consecuencias nefastas”.
El artículo que le dio origen a la película
El film de dos horas de duración aborda uno de los temas más preocupantes para el Estados Unidos actual y que ha sido temática para muchas series y documentales: el flagelo de la industria farmacéutica. El negocio del dolor tuvo como puntapié inicial una historia real que fue narrada en un artículo publicado en New York Times y firmado por Evan Hughes llamado “The Pain Hustlers”. El mismo luego fue expandido en el libro The Hard Sell para relatar la historia del laboratorio farmacéutico Insys y su fundador John Kapoor.
El personaje de Liza Drake no existió realmente, pero el director David Yates tomó los hechos reales para plantear una historia ficcional con datos que remiten a la realidad. “Me parece increíble que estas personas, que en general no tienen entrenamiento médico, tengan tanta influencia sobre la medicación que nos prescriben. Sabía que teníamos una historia entre manos que podía ofrecer algunos puntos shockeantes sobre cómo funciona la medicina en Estados Unidos“, expresó el guionista Wells Tower.
Una historia ficcional con datos reales
La empresa que se conoce en el film como Zanna Therapeutics tampoco existe realmente, sino que fue creada para hacer alusión a lo expuesto en el libro de Hughes. También sumaron a modo de ficción el nombre del medicamento Lonafen. Sobre ello, el director expresó: “Le dimos a Wells la licencia de crear su propia y única versión de las personas”. Así nació el personaje de Liza, aunque el de Dr. Jack Neel (García), podría hacer referencia a Kapoor, el fundador de Insys.
Si bien la historia que se ve en El negocio del dolor ha sido creada de manera ficticia, el artículo antes mencionado fue el que otorgó a Wells una mirada crítica y de denuncia sobre la impunidad de la industria farmacéutica. El propio director se sintió impactado sobre cómo los representantes y los vendedores prescriben sin tener noción de los riesgos que esto implica.
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