Luego de sus dos últimos y celebrados largometrajes, Los sonámbulos y Las siamesas, Paula Hernández regresó al festival de Mar del Plata con El viento que arrasa, una adaptación de la novela homónima de Selva Almada. Mediante una mirada que no juzga, la directora cuenta la historia de un padre y una hija que viven como nómades y, en uno de sus viajes, su auto se rompe. Él es un reverendo (Alberto Castro) que recorre el país evangelizando y ayudando a las personas que lo necesiten a través de su creencia férrea en la palabra de Dios; su hija, Leni (Almudena González), parece estar atravesando una transformación y el desprendimiento de sus raíces familiares para crear las propias.
En este contexto, padre e hija caen a un taller mecánico y se encuentran con otro padre e hijo que están totalmente alejados de la religión: allí nacerá un encuentro de creencias y el desmantelamiento de un sinfín de emociones. Si bien esperamos encontrarnos con el típico reverendo que termina siendo un farsante, el reverendo -a través de una precisa y devota interpretación de Castro- es no más que un fiel servidor de Dios y un convencido de que la vida de las personas puede mejorar; esto introduce ciertamente una novedad en torno a los relatos religiosos que solemos encontrar en el cine.
El viento que arrasa nos lleva por las creencias de los cuatro personajes e inevitablemente también por sus dudas y tribulaciones. Esto permite que el film, a pesar de tener un ritmo principalmente lento, contenga variaciones emocionales: llantos, rabia, violencia, exaltación, a veces locura y felicidad extrema. A nivel técnico, cabe destacar la cuidada fotografía del film, a cargo de Iván Gierasinchuk, que captura momentos clave en la plena oscuridad del campo, en la amenaza del viento y en el tibio interior de una casa modesta.
El viento que arrasa, de Paula Hernández
2023 – Argentina, Uruguay
Sección: Competencia latinoamericana
Seguí la cobertura del 38 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en este enlace.