Hollywood es el epicentro de producción de películas en Estados Unidos, pero esto no fue así desde el principio. Si bien la masividad de films que se producen en el país americano nace de esta industria, en una primera instancia fue Nueva York la ciudad predilecta para experimentar con el cine.
El séptimo arte tuvo sus inicios en Francia a finales del siglo XIX pero, rápidamente, en los primeros años de 1900 Estados Unidos estaba produciendo películas narrativas como Asalto y robo de un tren de 1903. Incluso fue en Nueva York que Thomas Edison fundó su productora Edison Manufacturing Company y dio un paso fundamental para la historia del cine.
Mientras tanto, David Wark Griffith -quien ya había filmado unos 50 cortometrajes en Nueva York-, viajó por California y se vio cautivado por un pueblo llamado Hollywood. Allí decidió filmar In Old California en 1910, un western de 17 minutos que fue la primera ficción rodada enteramente en Hollywood. Luego le seguiría The Squaw Man de 1914, dirigido por Cecile B. DeMille.
Más tarde, en 1915, Griffith estrenaría El nacimiento de una nación, una de las películas más importantes de la historia del séptimo arte, además de una obra fuertemente controversial por su declarado racismo. Este film también fue rodado en Hollywood y es el que catapultó a Griffith como uno de los pioneros del cine narrativo.
Hacia los años 20, la cinematografía estadounidense ya estaba instalada en Hollywood y para los años 30 comenzaría a vivir la etapa que se conoció como la Edad Dorada de Hollywood, la cual continuaría hasta el final de la década del 50.