La saga Bourne es clave dentro de la filmografía de Matt Damon. El actor de Hollywood tiene una vasta carrera y no solo se ha destacado como intérprete sino también como guionista, pero la franquicia en la que interpreta al miembro de elite de la CIA se encuentra entre los puntos más altos de su trayectoria, sobre todo en lo que a films taquilleros se refiere.
En 2002 apareció la primera entrega bajo el nombre de Identidad desconocida y en diálogo con GQ reveló: “Cuando firmé para la primera, solo firmé para una. Y pensé, si la primera funciona, habrá que hacer dos más. No creo que nadie pensara que iba a funcionar, así que dijeron ‘una está bien'”. Efectivamente, funcionó, y en 2004 se lanzó La supremacía Bourne, tan exitosa como la primera.
Tony Gilroy fue el guionista encargado de adaptar las novelas de Robert Ludlum y cumplió su rol con creces, por lo que la compañía volvió a contratarlo para una tercera entrega, incluso pagándole una abultada cifra antes de que el guion estuviera terminado. Cuando Damon se encontró con el guion de esta secuela, su reacción no fue la mejor:
“No culpo a Tony por haber aceptado un montón de dinero y entregar lo que entregó. Solo que era ilegible. Esto es una película que puede terminar una carrera. Digo, puedo poner esto en eBay y sería el final del juego para este tipo. Es terrible, es realmente vergonzoso. Él se quería ir, básicamente, y tomó el dinero y se fue”.
Sin embargo, Damon estaba equivocado, ya que Bourne: El ultimátum terminó siendo la más taquillera de la saga y se alzó con tres premios Oscar en 2008. Luego de sus dichos contra el guionista, se arrepintió y expresó: “Si no respetara su talento, realmente no me habría importado. Hirió mis sentimientos, eso es todo. Y es exactamente por eso que no debí haber dicho nada. Esto es entre él y yo. Así que haber dicho algo públicamente es muy estúpido, poco profesional y un poco idiota de mi parte“, tal como recogió Far Out.