Freddie Mercury fue llevado al cine por primera vez en la biopic Bohemian Rhapsody y fue encarnado por el ganador del Oscar, Rami Malek. Pero, como es de suponer, esta no fue la primera vez que se encaró un proyecto cinematográfico en torno a la figura del controvertido artista. Años antes del estreno del galardonado film, allá por 2010, iba a ser Sacha Baron Cohen quien se iba a encargar de encarnar a Mercury.
Este proyecto quedó trunco pero en su momento fue muy comentado y, si bien no se conocieron imágenes del rodaje o algo parecido a un adelanto, el solo hecho de Cohen interpretando al cantante de Queen ya representaba una gran promesa. Entre los directores que estuvieron a cargo se destacan David Fincher, Tom Hooper y Stephen Frears y fue justamente Fincher quien habló de su experiencia junto a Cohen en el proyecto.
En el marco de una conversación con Aaron Sorkin sobre El juicio de los 7 de Chicago, película en la que Cohen desarrolla una actuación estelar, Fincher mencionó la increíble experiencia que vivió durante este proyecto que finalmente nunca fue:
“Al principio estaba realmente nervioso. Entonces descubrí que es un ganador. Es muy hábil y específico. Es muy inteligente en las cosas que hace. Es reflexivo. Es muy tranquilo y considerado y elige sus palabras muy específicamente”.
En cuanto a la caracterización, el director reveló que existen fotos de Cohen como Mercury y que “son espectaculares”. La película nunca llegó a ser un hecho por la visión que el actor pretendía adoptar para retratar al músico: un relato cargado de sexo, escenas para adultos y demás, aspectos ya conocidos de la vida de Freddie.
Sin embargo, ni Brian May ni Roger Taylor estuvieron de acuerdo con contar la historia de esta manera, y por eso el film de 2018 terminó siendo apto para todo público. Este fue un aspecto que le valió comentarios negativos tanto de los críticos especializados como de los fans y allegados a Mercury.