Fue la mano de Dios se encontraba dentro de los estrenos de Netflix más esperados para fin de año. Más allá de la obvia referencia a Diego Maradona en su título, esta película dirigida por Paolo Sorrentino no solo trata sobre fútbol sino que es una obra bastante emocional con la que él explora algunas experiencias de su propio pasado. Se trata de una historia ambientada en Nápoles (Italia) durante los años ochenta y los asuntos familiares son uno de los ejes principales de su trama, así como también lo son el destino, el amor, la muerte y el arte.
A pocos días de su estreno en la popular plataforma de streaming, esta producción cuenta con una calificación mayormente positiva por parte de la crítica y de la audiencia. Aquello se evidencia en su alto puntaje en portales como Rotten Tomatoes, donde alcanza el 81% de aceptación por parte de la prensa, y Filmaffinity, donde cuenta con un 7,1 sobre 10. Según lo consignado en esos sitios web, hay varios temas en los que coinciden periodistas de diferentes latitudes para considerar que se trata de una de las mejores creaciones de Sorrentino.
Por ejemplo, el crítico de The Guardian afirma en su análisis que no se trata de un largometraje cualquiera para Paolo y que eso es en parte lo que le da tanto poder a tal relato audiovisual: “Me alegro de que Sorrentino haya sacado esta película de su sistema. Estoy impresionado porque rebosa un vigor grotesco; con una narración cruda sazonada con escenas deliciosas”.
Por su parte, Allen Almachar de The McGuffin también remarca el hecho de que este es un film bastante personal para el director italiano: “El alma de Sorrentino existe en cada cuadro. Acepta el esplendor y la vulgaridad, cada uno de los cuales juega un papel importante en lo que él es como cineasta y como ser humano”.
Mercury News a su vez celebra la habilidad del realizador de 51 años para imprimirle una gran intensidad a la película sin recurrir a golpes bajos ni artificios de dudosa credibilidad: “Pasa de la comedia a la tragedia en un instante, al igual que la vida real, y es un cambio poderoso”.
Fue la mano de Dios cuenta con un reparto liderado por Filippo Scotti, Toni Servillo, Luisa Ranieri, Teresa Saponangelo, Marlon Joubert, Lino Musella y Renato Carpentieri, y tiene dos horas y 10 minutos de duración.