Lady Gaga va a liderar el medio tiempo del Super Bowl. Al mismo tiempo está grabando su nuevo disco Joanne. Entre medio sufre de fuertes dolores físicos y emocionales, al tiempo que experimenta una metamorfosis tanto estética como conceptual. Chris Moukarbel dirige esta intromisión desmedida en la vida de la controversial artista para exhibir este cóctel de situaciones que muestran una Gaga débil, despojada y un tanto melodramática. El resultado es Gaga, Five Foot Two, un reality show condensado en una hora cuarenta para vender e imponer esta nueva Gaga, que no para de llorar y fumar cigarrillos negros, que ya no usa vestidos de carne sino simples remeras negras con mini shorts de jean. El 70% del tiempo la vemos sin maquillaje, a cara lavada, vestida casual con sus tatuajes en primer plano y con un rodete super relajado. Pero no hay nada relajado en la situación de Stephanie: se la pasa llorando ya sea de tristeza, dolor o emoción, lo que hace que el film se ponga pesado en varios momentos.
Gaga, Five Foot Two no es un mal documental, de hecho muestra muy bien las facetas de la cantante pero resulta forzado en la medida en que se ve un intento poco natural por imponer un nuevo producto: una Lady Gaga esencialmente música, dejando atrás a la estrella pop, esgrimiendo clichés forzados del rock; se la ve compartiendo la producción de su álbum con Mark Ronson y componiendo sus canciones con un whiskie en la mano. Esta nueva Gaga, que hasta parece avergonzada del circo que la llevó a la fama, se erige poderosa dirigiendo a su equipo de bailarines y vestuaristas, y débil en su intimidad, ahogada por los fans, sola y dolorida. Tal vez éste es uno de los puntos mejor desarrollados del documental: la dualidad de la artista.
Lo cierto es que Joanne es un disco muy personal que arrastra una historia familiar y es comprensible que para mostrar su proceso de composición, grabación y lanzamiento se haga hincapié en la intimidad. De todos modos, no hay que dejar de lado la fascinación yankee por el reality show y desmantelamiento de lo privado; y en eso se convierte el documental, es un muy buen reality show. Por lo demás, Gaga tiene una oportunidad más para demostrar que es una gran cantante, que puede ejecutar instrumentos y componer bellas canciones. Ah, y una vanguardista a la hora de marcar tendencias.