J.K. Rowling ha sido fuertemente criticada por la opinión pública en el último tiempo. La famosa escritora de la saga Harry Potter ha expresado su posición frente a la diversidad de género, sosteniendo que muchas propuestas del activismo trans atentarían contra los derechos de las mujeres, por eso se ha negado a “aceptar de forma acrítica que el concepto sociopolítico de la identidad de género debería reemplazar al del sexo”.
Esta opinión radical la convirtió en blanco de muchos grupos activistas y, según publicó en Twitter la autora británica la semana pasada, tres “actores activistas” se fotografiaron frente a su casa dejando ver claramente la dirección, algo que podría afectar la seguridad de su familia. Es por eso que también reveló que ha recibido “tantas amenazas de muerte que podría empapelar mi casa con ellas”.
Si bien no se conoció ningún ataque sucedido luego de que se viralizara la dirección de la casa de Rowling, ella sí agradeció el apoyo de sus fans frente al conflicto: “Quiero dar un enorme agradecimiento a todos los que denunciaron la imagen a @TwitterSupport. Su amabilidad y decencia han marcado una gran diferencia para mi familia y para mí. También me gustaría agradecer a @PoliceScotland su apoyo y ayuda en este asunto”, escribió.
Luego, la creadora del mago adolescente pidió que se saque de circulación la información de la ubicación de su casa: “Imploro a las personas que retuitearon la imagen con la dirección aún visible, aunque lo hayan hecho condenando las acciones de estas personas, que la borren”.
Según sus declaraciones recientes, estas situaciones se enmarcan en los diversos ataques que han vivido ella y las personas que la apoyan luego de expresar abiertamente su opinión y se ha sentido intimidada llegando a temer por su vida, siendo víctima de “campañas de intimidación que van desde el acoso en redes y presiones sobre sus trabajos hasta la revelación de datos y amenazas directas de violencia, incluyendo la violación”.