En el marco de su cumpleaños número 75, ayer 22 de abril, John Waters estrenó un material más que interesante titulado Prayer to Pasolini. El director pionero del cine queer revisa la controversial figura de Pier Paolo Pasolini que en muchos puntos se conecta con su arte y su presencia en el mundo. Con narraciones que derivan en análisis, datos y descripciones, el director de Pink Flamingos extiende una mirada religiosa sentado en el mausoleo del italiano.
El single se encuentra disponible en plataformas digitales y será editado también en un vinilo de edición limitada del que solo habrá disponibles 1000 copias. Esta especie de audiolibro fue grabado en un parque cercano al aeropuerto de Roma, donde se erige un monumento en homenaje a Pasolini ya que constituye el lugar donde fue brutalmente asesinado. Los audios fueron captados por Ian Brennan, colega y amigo de Waters y se realizó durante la pandemia.
En la primera parte, la voz de Waters relata su acercamiento a este espacio simbólico, primeramente desde los mitos que rodeaban este lugar y su inaccesibilidad. Luego, logrando pasar tiempo allí, nos da su vívida experiencia acerca de los significados que rodean el lugar donde fue asesinado el cineasta y escritor. Pasolini murió en 1975 siendo atropellado varias veces por su propio vehículo y su cuerpo fue hallado con varias lesiones en los testículos.
Ese mismo año se estrenó una de sus obras más recordadas y popularizadas, la película Saló o los 120 días de Sodoma y tres años antes, Waters estrenaba Pink Flamingos, también su película más emblemática. Muchas han sido las vinculaciones que se han establecido a través de los años entre estos films, sobre todo poniendo el acento en las escenas escatológicas en que los personajes comen excremento. El propio Waters ha especificado que la única diferencia es que sus actores comieron excremento realmente, mientras que Pasolini utilizó chocolate.
Al referirse a Pasolini, el director establece una genealogía con su propio cine. El revulsivo artista italiano no fue solo combativo desde su filmografía, sino también desde su labor política y literaria, por lo que también dedica un momento en estas grabaciones para analizar parte de su obra y los métodos de trabajo de Pasolini.
Sentado sobre el lugar del horroroso hecho, el emblema del cine trash describe cómo se respira una atmósfera de increíble tranquilidad y hasta de tintes religiosos. Si bien sus carreras estuvieron superpuestas por un momento, Waters y Pasolini son artistas que pueden vincularse desde muchas aristas, no solo desde lo creativo y lo combativo sino también desde lo efectos en la sociedad, como la provocación a la censura.
Escuchá Prayer to Pasolini, editado por Sub Pop, a continuación: