Hayao Miyazaki es uno de los cineastas más importantes del mundo. Su trabajo en animación junto a Studio Ghibli lo posicionó entre los más influyentes del cine asiático, logrando llegar a la cultura occidental y llevando sus diversos mensajes políticos, de vínculo entre el humano y la naturaleza, de relaciones familiares e historias legendarias. Si bien su filmografía logró calar en el mercado occidental, el director de Mi vecino Totoro ha sido muy crítico en varias ocasiones con Hollywood, la industria de cine más poderosa.
“Los estadounidenses filman cosas que explotan y cosas así, así que como es de esperarse, ellos hacen películas de ese tipo. Si alguien es el enemigo, está bien matar un incontable número de ellos. Así es El señor de los anillos. Si es el enemigo, hay matanza sin separar a los civiles y a los soldados. Eso viene con un daño colateral”, afirmó el director (vía Far Out).
Y siguió: “¿Cuántas personas están siendo asesinadas en Afganistán? El señor de los anillos es una película que no tiene problema en hacer eso. Si lees la obra original, entenderás, pero en realidad los que están siendo asesinados son asiáticos y africanos. Aquellos que no saben eso, todavía dicen que los que aman la fantasía son idiotas”.
Más allá de las cuestiones narrativas y estéticas, la crítica de Miyazaki hacia Hollywood es esencialmente política e ideológica, terrenos en los que el cine tiene mucha fuerza. Justamente, las películas han servido (sobre todo en los inicios del cine) como aparatos propagandísticos y nacionalistas.
Además, el director de La princesa Mononoke también apuntó contra Indiana Jones, el clásico de Steven Spielberg: “Incluso en las películas de Indiana Jones hay un hombre blanco que mata gente, ¿no? Los japoneses que disfrutan de ellos son increíblemente vergonzosos. Ustedes son a los que matan. Mirar estas películas sin tener conciencia de uno mismo es increíble. No hay orgullo, no hay perspectiva histórica. No sabes cómo sos visto por un país como Estados Unidos”.