El spin-off de The Conjuring 2, The Nun, conocido en nuestro país como La Monja, viene dando que hablar desde antes de su entreno; y a días de haber aparecido en los cines mundiales, ya se postula como el film más escalofriante de la Saga Expediente Warren y como una de las películas más taquilleras de este año.
El film, que tiene como su principal atracción terrorífica a una novicia escalofriante, ciertamente ha abrevado de muchas tradiciones de antaño. Valak, el nombre del demonio representado por la monja, parece tener su origen en la Edad Media. Al parecer, a través de un grimorio (libro mágico europeo), es que se llega a un demonio llamado Valac, Valu o Ualac. Este demonio no se presenta como monja sino más bien como figura angelical, imagen que se atribuía a la del Rey Salomón. Este demonio aparece en variados grimorios a través de la historia. Será siglos más tarde de su primera representación, en el Siglo XVII, que aparecería representado como el amo de más de 38 demonios, mencionado como el Gran Presidente del Infierno.
Si bien poco tiene que ver con la figura de una novicia, posiblemente, James Wam, a cargo de la aterrorizadora historia, podría haber basado su protagonista demoníaca en estas tradiciones, ya que toma la habilidad del medieval demonio de comunicarse con las serpientes.
La Monja, dirigida por Corin Hardy, se estrenó la semana pasada y viene batiendo records en taquilla, habiendo recaudado 53,5 millones de dólares en su estreno en 3.876 salas de Estados Unidos y Canadá.