Cada vez más, los debates por apropiación cultural están a la orden del día. Esta vez el turno es para Warner Bros. y su película de terror: The Curse of La Llorona (La Maldición de La Llorona). Se trata de un largometraje protagonizado por Linda Cardellini y Raymond Cruz basado en la leyenda del fantasma de una mujer que sufre por sus hijos.
Pero la polémica no fue suscitada tanto por el contenido de la cinta como por su estrategia de promoción. Y es que los productores han recurrido a contratar curanderos para que hagan “limpias energéticas” a los espectadores. Aquello ha sucedido en diversas salas de Estados Unidos.
Por ejemplo, convocaron al curandero cubano Salvador Gata para que bendijera a los presentes en la gala previa al estreno del pasado 15 de marzo en el festival SXSW en Austin, Texas.
Ante acciones como esa, muchos académicos y practicantes de tales costumbres se han declarado ofendidos y enojados. A su parecer, se están banalizando rituales ancestrales y sagrados en búsqueda de éxito comercial.
Una de las curanderas que se pronunció al respecto es Grace Sesma. Ella comentó desde sus redes sociales haber sido contactada por el publicista Nahir Wold, quien le ofreció participar en la promoción del filme. Aunque inicialmente Sesma dijo que sí, más adelante negó su consentimiento al enterarse de la forma en cómo ellos manejan este asunto que a su parecer merece mucho más respeto. Entonces señaló:
“Aumenta el temor alrededor de una práctica tradicional, además de tratar como una mercancía y explotar nuestra cultura para hacer que la gente vea su película.”
https://www.facebook.com/GraceSesma/posts/10214027367017501
Diarios mexicanos como La Razón han hablado del tema y han reportado reacciones muy variadas. Inclusive hay curanderos a favor de las citadas actividades y que ven como positivo su impacto. Uno de ellos es Miguel Franco, quien está radicado en Los Ángeles y colaboró con las propuestas limpias de Warner:
“Trabajar en entrevistas, ofrecer mis servicio a las personas, incluyendo a famosos, influencers, y medios, me ha permitido compartir mi don con gente que normalmente no me habría contactado.”
En cuanto a los investigadores de estas prácticas culturales, Eliseo “Cheo” Torres, profesor de la Universidad de Nuevo México, anotó lo siguiente sobre las limpias afuera de los cines:
“No veo la relación y probablemente sería ofensivo para aquellos que practican sanación tradicional. Quien organizó la promoción no tiene idea de lo que está haciendo.”
Andrew Chesnut, académico de la Universidad de Virginia Commonwealth, también opinó en contra de tales prácticas. Él apeló al clima político actual en los Estados Unidos como un factor a considerar:
“Solo servirá para estigmatizar el curanderismo como algo a lo que hay que temer. Eso es peligroso, especialmente con el clima que enfrentan los inmigrantes mexicanos ahora.”
No caben dudas de que se trata de una temática compleja que seguirá levantando toda clase de discusiones tanto en las redes sociales como en las esferas intelectuales y en las calles.