Marlon Brando y Stanley Kubrick fueron dos de los íconos más grandes que el mundo del cine ha visto, el primero destacándose como actor y llegando a ganar dos premios Oscar (ambos a Mejor Actor por sus roles en On the Waterfront y en The Godfather), y el segundo dejando su huella detrás de cámaras como director. La dupla nunca coincidió en una cinta, pero estuvo muy cerca de hacerlo en la década de 1960, más precisamente en el film One-Eyed Jacks, el cual fue dirigido y protagonizado por Brando junto a Karl Malden, Katy Jurado, Ben Johnson y Pina Pellicer.
El proceso para llevar el largometraje a la gran pantalla fue tan largo como complejo, ya que el guión de esta adaptación de la obra The Authentic Death of Hendry Jones de Charles Neider pasó por múltiples revisiones y de un escritor a otro. Sin embargo, el oriundo de Omaha tenía una idea muy clara en su mente: quería que Kubrick dirigiera la película porque consideraba que el cineasta de Nueva York tenía una comprensión única de la psicología humana que elevaría el proyecto.
“Stanley es inusualmente perceptivo y está delicadamente en sintonía con la gente”, dijo una vez Brando según recuerda Far Out Magazine. “Tiene un intelecto hábil y es un pensador creativo, no un repetidor ni un recopilador de datos. Él digiere lo que aprende y aporta a un nuevo proyecto un punto de vista original y una pasión reservada”.
Aunque todo parecía dado para que la colaboración entre ambos gigantes del séptimo arte finalmente se volviera una realidad, todo se fue al tacho tan solo dos semanas antes de que comenzara la producción, cuando Kubrick decidió abandonar la cinta y dijo que se iba “con un profundo pesar por mi respeto y admiración por uno de los artistas más importantes del mundo”.
Si bien la dupla había trabajado en el guión del film, Stanley comenzó a distanciarse del proyecto y luego se afirmó que había sido despedido del mismo, pero lo cierto es que la salida del director tuvo que ver con diversas diferencias creativas con Marlon. Posteriormente, en una entrevista exclusiva, Kubrick explicó: “Cuando dejé el largometraje de Brando, aún no tenía el guión terminado. Me acababa de resultar obvio que él quería dirigir la película. Solo estaba siendo un segundo de él, para asegurarse de que nadie lo derribara”.