Stanley Kubrick realizó una de sus obras más ambiciosas e intelectualmente desafiantes en 1968 con 2001: Odisea del espacio. El film futurista se volvió una pieza influyente y rupturista dentro del séptimo arte, al mostrar con maestría técnica y narrativa el viaje de tres astronautas en busca de los orígenes de la humanidad. La cinta confirmó las preguntas existenciales que rumiaban en Kubrick y las ideas de cómo se vería la humanidad en el futuro, algo sobre lo que se explayó en una entrevista de ese año con la revista Playboy (vía OpenCulture).
El director de La naranja mecánica habló de manera extendida sobre ciertos hechos e hitos que viviría la sociedad a partir del año 2001 y en muchas de sus predicciones no estaba equivocado: “Con el paso de los años, creo que congelar a los muertos será una industria importante en los Estados Unidos y en todo el mundo; lo recomendaría como un campo de inversión para especuladores imaginativos”, expresó con convencimiento. Sobre los aspectos biológicos unidos a la tecnología agregó: “Tal vez el avance más grande que veamos en 2001 es la posibilidad del humano de eliminar la vejez”.
Por otro lado, el británico habló también del área del entrenimiento: “Estoy seguro que tendremos televisión y películas holográficas en 3-D muy sofisticadas, y es posible que se desarrollen formas completamente nuevas de entretenimiento y educación”. Sobre este tema también aventuró que en el futuro podría existir una máquina que programe el cerebro de las personas y así permita que alguien aprenda alemán en 20 minutos.
En torno a la sexualidad y los géneros, llama la atención leer las predicciones de Kubrick en una época en que todos los estandartes clásicos se encuentran en plena deconstrucción: “La llamada revolución sexual de las mujeres por la píldora, se extenderá. A través de las drogas o tal vez por una amplificación mecánica de las funciones ESP, podría ser posible para cada persona experimentar simultáneamente las sensaciones de su pareja; o eventualmente podríamos emerger en seres sexuales polimorfos, con los componentes masculinos y femeninos borrados e intercambiados. Las potencialidades de explorar nuevas áreas de la experiencia sexual son virtualmente ilimitadas“.