Alejandro González Iñárritu es uno de los directores latinoamericanos más sobresalientes de las últimas décadas. El cineasta fue uno de los encargados de la renovación del cine mexicano y también el que siguió el camino de muchos autores latinos: mudarse a Hollywood y producir desde la más grande industria.
Iñárritu irrumpió en el panorama del cine en el año 2000 con el film Amores perros, hoy consagrado como uno de los más destacados de la cinematografía en español de dicha década y también el que introdujo la narración coral junto a otros títulos de manera renovada, moderna y desde un cine con enfoque social.
Iñárritu logró con su primera película ser una figura local y también for export, aunque luego viró en sus decisiones artísticas hacia los estandartes hollywoodenses aún conservando su sello de autor. El cine del mexicano está signado por el drama profundo, por las realidades desgarradoras de sus personajes y por la desolación del ser humano.
A pocos días del estreno de Bardo, su nueva película que llegará a Netflix el 16 de este mes, repasamos la filmografía del director que volvió los ojos del mundo hacia el cine mexicano luego de muchos años sin figuras que lo lograran. A continuación, las seis películas de Iñárritu ordenadas de peor a mejor.
6. Biutiful (2010)
Para este film, Iñárritu contó con la colaboración de los guionistas argentinos Nicolás Giacobone y Armando Bó Jr. La película narra la historia de un hombre azotado por una realidad cargada de tragedia: la inminente muerte de su padre, el deterioro de su propia salud y el drama de la madre de su hijo que es una alcohólica y bipolar. Javier Bardem es el actor principal y entrega una interpretación formidable que logra entrar en la línea de los personajes primigenios de Iñárritu, los que luchan contra un mundo que parece ser su enemigo y contra una realidad que no ofrece amparo alguno.
5. El renacido (2015)
Esta fue la película de Iñárritu más aplaudida por la Academia y también la que, finalmente, le dio el Oscar a Mejor actor a Leonardo DiCaprio. Está basada en la novela de Michael Punke del mismo nombre y se presenta como una auténtica película de aventuras pero con el dramatismo propio de los relatos del director mexicano.
El renacido contó con una mega producción al ser filmada en la nieve y entregar un despliegue de efectos especiales como el género lo demanda, pero podría decirse que es la menos personal de Iñárritu, ya que es la que menos huellas de autor presenta, aunque le valió el Oscar a Mejor director.
4. Babel (2006)
Esta película finaliza la “Trilogía de la muerte” que el director abrió con su ópera prima y que relata diversas historias de personas a priori desconectadas cuyas vidas se ven unidas por eventos trágicos. Si bien esta película se enmarca en temáticas sociales y de inmigración, ya muestra el viraje del director mexicano hacia una narración más hollywoodense y a tono con los modelos de la industria. Esto quedó demostrado en las siete nominaciones que recibió a los premios Oscar y al llevarse el Globo de Oro a Mejor película.
3. 21 gramos (2003)
Tal vez esta sea la película más profundamente dramática de Iñárritu. Tal como lo hizo en su ópera prima, el director acude a una estructura coral para narrar la miseria de diversos personajes unidos por la pérdida, la culpa, la desolación y el dolor. Las actuaciones de Sean Penn, Benicio del Toro y Naomi Watts alcanzan un potente dramatismo y hacen de este film un verdadero síntoma de época, con el comienzo del nuevo milenio, la acentuación del individualismo y la soledad y una sensación general de desmoralización, tal como se vio, por ejemplo, en Réquiem por un sueño (2000).
2. Birdman (2014)
Birdman marca el salto más claro de Iñárritu hacia Hollywood. Si bien desde 21 gramos ya trabajó con actores y actrices consagrados en la industria, este film también supone un giro narrativo y estético que lo emparenta con aspectos del cine experimental y a la vez lo mantiene en la línea del cine mainstream.
El elenco reúne a Michael Keaton, Emma Stone, Edward Norton, Andrea Riseborough, Zach Galifianakis, Naomi Watts y Amy Ryan para contar la historia de un atormentado actor de Hollywood que batalla con el montaje de una obra de teatro de Raymond Carver. Arte, frustración, industria y drama psicológico se combinan en este film que fue presentado al público como un intento de un plano secuencia total, lo cual lo hizo técnica y estéticamente sobresaliente.
1. Amores perros (2000)
Iñárritu se presentó al cine mundial con una ópera prima potente que introdujo lo que sería un yeite en varias de sus películas: las historias cruzadas. Filmada en México y con una radiografía rabiosa de la Ciudad de México, este film sigue la tendencia del cine latinoamericano de los 2000, retratando las zonas marginales, la pobreza y las vidas de diferentes personas unidas por un mismo accidente automovilístico.
La película no solo se convirtió en una de las más celebradas de la filmografía del director sino también del cine mexicano de las últimas décadas, de hecho recibió una nominación a Mejor película extranjera en los Oscar luego de que México no figurara en esta premiación por 25 años.