Ayer, jueves 2 de mayo, arribó a los cines Profesión peligro, la película de acción dirigida por David Leitch y protagonizada por Ryan Gosling y Emily Blunt. Se trata de un auténtico blockbuster hollywoodense que tiene todos los condimentos necesarios para el entretenimiento: despliegue audiovisual, romance, acción, figuras de primera línea y una historia atrapante.
La sinopsis reza:
“Es un doble de acción, y al igual que todos en la comunidad de especialistas, sale volando, le disparan, se estrella, se tira desde ventanas y cae desde las alturas más extremas, todo para nuestro entretenimiento. Y ahora, tras un accidente que casi acaba con su carrera, este héroe de clase trabajadora debe seguir la pista de una estrella de cine desaparecida, resolver una conspiración y tratar de recuperar el amor de su vida mientras sigue haciendo su trabajo. ¿Qué podría salir bien?”.
La película de Leitch -quien también se dedicó a ser un doble de riesgo- está recibiendo muy buenas críticas y uno de los aspectos más destacados es el de lograr ser una verdadera pieza de entretenimiento para el público.
Un blockbuster lleno de energía y acción
Así, desde Cinemanía la describieron como “un homenaje a la profesión más dura de Hollywood y un espectacular blockbuster repleto de explosiones, humor y temazos”. Además, desde Collider agregaron: “Me tuvo con una enorme sonrisa de principio a fin. Es una película de acción muy bien elaborada que rebosa energía y encanto durante sus 125 minutos de duración”.
El film no muestra muchas más pretensiones que ser un blockbuster pero logra su cometido, tal como señalaron en The Guardian: “Una entretenida película de acción con momentos de ternura entre los choques, saltos y bolas de fuego”. Por su parte, en El Mundo sumaron: “Es directo heredero de las screwball de toda la vida, las clásicas comedias alborotadas y conscientemente bobas que protagonizaran gente como Cary Grant y Katherine Hepburn. Eso sí, ahora a lo bestia”.
Sin embargo, no todas las críticas fueron buenas para Profesión peligro, pues en El País publicaron: “Un producto previsible y prescindible (…) me pareció una idiotez insoportable, con inútiles pretensiones de gracia disparatada. Es rutinario cine de acción, con personajes que no me provocan ni frío ni calor”.