Lucy Liu publicó un ensayo en el Washington Post para responder a la opinión exhibida por India Roby en un artículo de Teen Vogue. En dicho artículo, titulado “Hollywood jugó un papel en la hipersexualización de las mujeres asiáticas”, la redactora habla de cómo el papel de Liu en Kill Bill Vol. I reafirma el estereotipo de mujeres asiáticas como Dragon Lady.
Este término surgió en la década de 1930 en Estados Unidos y hace referencia a una especie de Femme Fatale asiática, un prototipo de mujeres “engañosas, dominantes o misteriosas”, un estereotipo que Hollywood habría ayudado a cimentar. Así, la escritora de Teen Vogue vio a O-Ren Ishii -la asesina despiadada que se enfrenta a Beatrix Kiddo en uno de los mejores pasajes de la película-, como una de las representaciones más patentes de ese estereotipo.
Ante el planteo de Roby, Liu no se quedó callada y explicó que este señalamiento no tenía sentido. “Kill Bill muestra otras tres asesinas profesionales además de Ishii. ¿Por qué no llamar a Uma Thurman, Vivica A. Fox o Daryl Hannah una dragon lady?”, fue la observación de la actriz, haciendo hincapié en el componente racial que dejaba ver este abordaje. “Solo puedo llegar a la conclusión de que es porque no son asiáticas”.
“Puedo haber estado vistiendo un traje y una peluca rubia, que igualmente iba a ser etiquetada como dragon lady debido a mi etnia. Si no puedo actuar ciertos papeles porque los americanos del mainstream todavía me ven como un otro, y si no quiero ser contratada para ‘roles típicamente asiáticos’ porque refuerzan los estereotipos, empiezo a sentir los muros de la caja metafórica en la que nos paramos las mujeres asiáticas”, fueron las palabras de Liu, quien apuntó hacia el hecho de seguir utilizando esta categorización como un acto en sí mismo de discriminación.
Liu planteó que hay que empezar a derribar estos estereotipos al no catalogar a las mujeres asiáticas en películas de Hollywood como dragon ladies. Según su visión, el personaje que ella desarrolla en la película de Quentin Tarantino no se diferencia del resto de las asesinas, que de hecho comprenden diferentes etnias. Todas son asesinas calificadas, sanguinarias y con pasados turbulentos. Se enfrentan al mismo nivel y utilizan diferentes estrategias según sus más destacadas habilidades. Así, finalizó su ensayo con la propuesta: “Salgamos del dragón”.