Netflix acaba de estrenar uno de sus primero platos fuertes de este 2021: Malcolm & Marie, un drama dirigido por Sam Levinson que fue rodado en plena pandemia. La película cuenta con solo dos actores, Zendaya y John David Washington, y una sola locación que es lo suficientemente imponente y espaciosa como para desarrollar la acción de maravilla.
La película nos muestra un retazo de la relación entre estas dos personas en un momento ciertamente crítico. Luego de que Malcolm haya estrenado su película, que parece ser una obra maestra, ambos vuelven a su casa y los espera una larga noche de discusión, llanto y de salar heridas. Con un blanco y negro perfecto, estos personajes se mueven en los espacios de esta casa prestada en una puesta en escena casi teatral, mientras se van turnando para tomar la batuta de esta discusión que parece nunca acabar.
Con algunas similitudes a Marriage Story de Noah Baumbach, vamos conociendo las complejidades de ellos como individuos y los entramados de una relación a punto de romperse. Los egos, el pasado, las expectativas y los reclamos salen a flor de piel en fuertes peleas que por momentos se pausan con un baño, una cena, una sesión de cariños y risas pero, como espectadores, sabemos que el huracán no terminó.
Es por esto que en sus 106 minutos de duración, la película enfrenta muchos momentos de densidad y el espectador va surfeando el hastío y el hartazgo de una discusión eterna que va teniendo diferentes tenores y focos. Cuando parece que estamos de acuerdo con uno de ellos, conocemos el punto de vista del otro y cambiamos de opinión, ya que vamos siendo los testigos de las verdades de cada uno, quienes utilizan la puesta en escena para dar fuerza a lo que expresan.
Lo cierto es que son tantas las cosas que se dicen y los lugares comunes por los que transitan que cualquier persona que haya tenido una relación alguna vez, sentirá la identificación en algún punto del camino. Esto es algo que logra muy bien el naturalismo del film. Se habla de que entre lo más destacado de la película se encuentran las actuaciones de Zendaya y Washington, quienes también oficiaron de productores del film. Lo cierto es que ambos construyen personajes potentes, que exponen sus miserias y que oscilan entre el amor y el odio permanentemente, aunque hay un punto en el que parecen estancarse.
Con esta mirada específica de una noche que parece nunca terminar, el director intenta darnos un pantallazo de la relación, ya que ambos van realizando diferentes tareas en el medio de la extendida discusión. Malcolm & Marie es un film muy agradable de ver en cuanto a lo estético aunque incómodo en su devenir y en muchos momentos agotador, especialmente cuando los argumentos y las peleas se vuelven un tanto redundantes.