Ya se encuentra en Netflix el unitario argentino El Marginal, una creación de Sebastián Ortega y Adrián Caetano, que viene perfilando como una de las ficciones más interesantes del año.
Protagonizado por Juan Minujín y Martina Gusmán y emitido por la TV pública, el unitario cuenta la historia de un ex policía infiltrado en la cárcel de San Onofre para rescatar a la hija de un juez que se encuentra allí secuestrada. A medida que conocemos una multiplicidad de personajes y la organización carcelaria, la trama se complejiza cada vez más, formando un policial con todas las letras y con alto tinte realista.
Podría decirse que uno de los elementos más atractivos son los personajes y la mutación de las relaciones entre ellos signadas por el poder, las conveniencias y los intereses. A partir del encierro y de la relación con el afuera, que por momentos parece hasta más hostil que la cárcel, El marginal pone sobre el tapete la inconmensurable red de corrupción y pinta el espacio de la seguridad nacional como un circo donde los funcionarios ostentan el poder de manera obscena. La figura del interno se revela como completamente desamparada, tanto por la sociedad que lo excluye como por los agentes de seguridad que lo corrompen mediante violencia institucional y códigos tan retorcidos como inviolables. Este retrato carcelario también denuncia la corrupción policial, como el gran machismo que se vive en el ámbito penitenciario, donde la violación y la violencia física son moneda corriente.
El Marginal también cuenta con las actuaciones de Gerardo Romano y Claudio Rissi.