Martin Scorsese es un cinéfilo voraz y su pasión por consumir películas no se restringe solo a un género cinematográfico. El director neoyorquino ha revelado ser fan de los grandes maestros japoneses como Ozu, de Stanley Kubrick —en específico de 2001: Odisea en el espacio— y del italiano Luchino Visconti con su celebrada obra El gatopardo. Aun así, el director de Taxi Driver no ha dejado afuera al cine de terror, aunque sí se inclina por el período clásico.
Dos películas de terror que lo sorprendieron
En diálogo con Film Comment, Scorsese habló de House of Wax, dirigida por André de Toth y estrenada en 1953. Protagonizada por Vincent Price, cuenta la historia del dueño de un museo que vuelve de la muerte para vengarse tras ser quemado allí dentro.
Sobre el film, comentó: "Es la mejor película en 3D jamás hecha, ¡y André de Toth tenía un ojo! Durante el primer tercio de la película, la cámara sigue el movimiento alrededor de Vincent Price y de las figuras de cera, que se parecen mucho a personas reales".
Además, Scorsese hizo hincapié en los efectos especiales de la época: “Y cada vez que alguien entra en escena, no sabes si es un muñeco o una persona real. Cuando el museo de cera se incendia y los ojos empiezan a salirse de las cuencas de los muñecos, es tremendamente efectivo. Toda la película es tan extravagante, tan escandalosa. Y me gusta que transcurra en Mulberry Street, mi antiguo barrio”.
Otra película estadounidense de terror que Scorsese seleccionó entre sus favoritas es The Uninvited (1944). Sobre el film dirigido por Lewis Allen, que cuenta la historia de dos hermanos que compran una mansión a muy bajo precio y descubren el terrible pasado de la propiedad, el director aseguró que es “incluso más aterradora que House of Wax”.
Además, el director siguió explayándose sobre su fascinación al catalogarla como “la mejor historia de fantasmas jamás hecha”: “Es tan aterradora que Ray Milland tiene que hacer algunos chistes de vez en cuando, solo para mantener a todos en el cine”, cerró. Ambas películas pertenecen al período en el que Estados Unidos producía mucho cine de terror industrial, aunque ninguna de ellas forma parte del sistema de monstruos que concibió Universal.