Este miércoles 8 de mayo Disney+ estrenará una versión remasterizada de Let It Be, el documental de 1970 que registró el proceso de creación y grabación del disco homónimo de The Beatles. La película dirigida por Michael Lindsay-Hogg mostró una faceta poco feliz de los Fab Four: las luchas de egos, las discrepancias creativas y el quiebre de su relación laboral y personal.
Esta es la primera vez en más de 50 años que el film está disponible y desde el anuncio de su reestreno se conocieron varias declaraciones que ponen el foco en lo que se muestra y lo que significó para todos los involucrados.
Tiempo atrás, Paul McCartney habló de The Beatles: Get Back (2021), serie que toma material de la filmación de Let It Be, y admitió que le cambió la perspectiva sobre la ruptura del grupo y el sabor amargo que le dejó el film. “Yo había comprado la idea del lado oscuro de la ruptura de The Beatles y pensé: ‘Dios, yo soy el culpable’”, recordó.
Además, Ringo Starr afirmó que para él “no hay mucha alegría en la versión original” y por eso valora el nuevo tratamiento que le dio Peter Jackson a esta versión restaurada. Finalmente, y no menor, es la opinión de Lindsay-Hogg, el director del film original.
El director confesó que cuando la gente fue a ver la película por primera vez lo hizo “con tristeza” después de la separación de la banda, pensando que jamás los volverían a ver tocando juntos. Además, habló del estreno en entrevista con Rolling Stone y aseguró:
“Ya no había Beatles. Había cuatro personas, pero ya no eran Beatles. […] Cuando salió, fue antes de las redes sociales de hoy. Pero en aquellos días, la gente se comunicaba entre sí sobre sus insatisfacciones. Estaban molestos principalmente por la separación de los Beatles, no por la película en sí. Pero algunos le tiraron ‘mala onda’. Hubo cosas legales que se convirtieron en cosas personales, y todos se sorprendieron de cómo se volvieron realmente desagradables. Especialmente por la forma en que Paul y John realmente se estaban alejando el uno del otro. Eran hermanos. Uno se llamaba Lennon, otro se llamaba McCartney, pero eran hermanos. […] Viendo la película la otra noche, vi lo alegres que estaban en la terraza, la alegría que sentían tocando entre ellos. Ese fue un momento muy alto en sus vidas juntos. Y luego, por supuesto, hay una especie de patetismo, porque ahora sabemos cuál fue el final de algunas de esas historias: John es asesinado, George es apuñalado. Es como una novela, su vida lo es. Así que es la novela es Let It Be, creo, dividida en parte entre la de Peter y la mía”.
Leé nuestra crítica de Let It Be y mirá el tráiler.