La esperada Mujercitas, basada en la clásica novela homónima, nos ofrece una experiencia literaria, cinematográfica y de revisión histórica: adentrarse en la Nueva Inglaterra de los 1800, para sumergirse en la cotidianeidad de una familia donde no sobra el dinero, las comodidades, y los vestidos sofisticados para los bailes de la época -una de las principales formas de socializar-, pero donde sí, sobre todo, abunda el amor.
La obra transcurre en el pequeño mundo de las hermanas March y su mamá Marmee (Laura Dern), una casa llena de ruidos, música y risas. Mujercitas utiliza ese espacio para retratar -de forma inteligente y liviana- lo trágico de la vida diaria. ¿Quién dijo que se necesita una trama muy elaborada para que se nos haga un nudo en la garganta? La historia trata temas como la vida y la muerte, el fin de la infancia y el peso de las responsabilidades en la adultez, el amor no correspondido, el deseo, la presión de la moral y el deber ser, la imposibilidad de la realización de los sueños, y cómo armarse para seguir de nuevo frente a los vaivenes de la vida.
Louisa May Alcott publicó Mujercitas en 1868, en una sociedad profundamente patriarcal en la que el único lugar aceptable para la mujer era el hogar. Existían pocos puestos laborales permitidos y el voto femenino se encontraba aún muy lejano. Sin embargo, el personaje principal Jo March grita abiertamente que no desea casarse y quiere mantener a su familia por sus propios medios, cueste lo que cueste. Es por eso que luego de su aceptación masiva, se convirtió en un clásico de la literatura y continúa siendo un relato relevante. En una época marcada por movimientos como el Me Too y Ni una menos, la directora Greta Gerwig no pudo haber elegido un mejor momento para volver a contar esta historia.
La historia está protagonizada por las hermanas March: Beth (Eliza Scanlen), la más pequeña, sería feliz solo con su piano y sus muñecas. Amy (Florence Pugh), la artista de la familia, es la más hermosa y la que menos se aleja del status quo. En el otro extremo, Jo (Saoirse Ronan) encuentra las costumbres de la época muy aburridas, y solo quiere convertirse en alguien grandiosa. Ronan, la actriz irlandesa que viene de protagonizar Lady Bird, es la perfecta encarnación de esta heroína feminista.
La mayor de las hermanas, Meg (Emma Watson), se enfrenta a un dilema: fue criada por su madre para ser autosuficiente y segura de sí misma, pero a la vez su deseo genuino es casarse con un hombre al que ame y con el que pueda formar una familia. Jo, con quien comparte un lazo especial, intenta desviarla constantemente de ese camino, y se disparan los interrogantes: ¿Qué pasa cuando en un futuro feminista no todos los deseos parecen pesar lo mismo o ser igual de válidos? ¿Ser “Susanita” te convierte en menos defensora de la igualdad de género?
Aunque sea larga, esta adaptación logra dos cosas que la hacen una película muy dinámica y llevadera: por un lado, hay mucho que contar (es una adaptación de dos libros), y por el otro, hay varias líneas temporales en juego, yendo y viniendo. La línea principal se centra en los años de adultez de las hermanas March. Las escenas de la infancia, que generalmente son introducidas en forma de flashbacks, tienen un filtro de color para que tuvieran un resplandor dorado, mientras que las de la adultez tienen tonos más fríos. Este fue el recurso elegido por Gerwig para mantener alerta a la audiencia, aunque puede ser algo que se pierda por momentos, en especial si no leíste el libro.
Uno de los fuertes del film es la química indiscutible entre Jo y Laurie (Timothée Chalamet), ademas de aspectos técnicos muy acertados como los planos detalle, la ambientación y la adaptación del guion – hay escenas que son extraídas tal cual del libro. También se destaca la banda sonora a cargo del francés Alexandre Desplat, conocido por musicalizar las últimas películas de Wes Anderson y de la saga de Harry Potter. Las actuaciones de Pugh y Ronan (nominada al Oscar a Mejor actriz principal) no se quedan atrás, y le dan nuevos matices a los ya clásicos personajes.
Mujercitas (Little Women, Estados Unidos, 2019), disponible en cines.