Kim Ki-duk ha sido víctima del coronavirus. El director de cine surcoreano ha muerto en Letonia a los 59 años luego de que su estado de salud de complicara por el Covid. Fue una de las figuras más relevantes del cine realizado en Corea del Sur, llegando a audiencias internacionales y cosechando galardones en prestigiosos festivales dedicados al séptimo arte.
Probablemente los filmes que más resuenan cuando hablamos de su obra sean Hierro 3 (2004) y Primavera, verano, otoño… y otra vez primavera (2003). Ambas tuvieron gran resonancia en el mundo occidental y pertenecen al periodo de mayor actividad y más reconocimiento de Kim Ki-duk, los años 2000. En esa década, el director también estrenó films como Aliento (2007) o El arco (2005), que mostraron una poética sólida y una manera única de hacer cine pero con una mirada for export que permitió su consumo en muchísimos países.
Kim Ki-duk logró exponer con sensibilidad las relaciones humanas y amorosas, acompañando su narrativa con una estética basada en el equilibrio y la belleza. Su última película se estrenó en 2019 y se tituló Din, aunque no tuvo la misma suerte que los filmes estrenados en el auge del director. Luego del boom de Parasite, el cine surcoreano ha quedado más en la mira que nunca y las audiencias occidentales buscan cada vez más acceder a él. En este marco, la pérdida de Kim Ki-duk es un hecho lamentable y, sin dudas, un vacío significativo para el cine de su país y del mundo.