Nick Cave tiene una fuerte relación con el cine. No solo es activo consumidor del séptimo arte, sino que en diversas ocasiones ha combinado su carrera musical con la creación de soundtracks para diferentes títulos e incluso ha fungido de guionista. Para el film El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford compuso la banda sonora y para el western Propuesta de muerte (2005) no solo hizo la música sino que también escribió el guion.
En Propuesta de muerte se puede ver la fascinación del cantante y compositor por el cine australiano, por plasmar la topografía del país. Allí se cuelan sus referencias cinematográficas más importantes como es el clásico Wake in Fright, film de 1971 dirigido por Ted Kotcheff que se encuentra entre sus favoritos.
Un film violento y “terrorífico”
“La mejor y la película más terrorífica sobre Australia que existe” declaró Cave en una oportunidad sobre esta cinta (según recoge Far Out). Lo cierto es que este no es estrictamente un film de horror, sino que contiene varias secuencias de violencia contra animales y entre los personajes, además de presentar un ambiente opresivo que va creciendo con el correr de los minutos.
El film se estrenó en medio de la explosión del cine australiano que se conoce como la Nueva Ola Australiana y relata la llegada de un profesor de escuela a un pueblo desértico que rápidamente lo irá consumiendo y llevando a la destrucción, al tiempo que le es imposible irse de allí. El consumo de alcohol, la violencia física, la pobreza y las relaciones ambiguas entre hombres se desatan en este drama que llegó a convertirse en una gran película de culto que marcó la cinematografía australiana.
Si bien Wake in Fright no es una película de género, la densidad de su relato y la decadencia progresiva de su protagonista comienzan a encerrar al espectador en una atmósfera de perdición sin salida que terminan por crear un auténtico terror psicológico, por lo que las palabras de Cave para definirla se vuelven más que precisas.