Old Boy es una de las películas coreanas más relevantes de las últimas décadas. Estrenado en 2003, este film marcó la filmografía de Park Chan-wook, logró una popular llegada a públicos internacionales e incluso tuvo una remake estadounidense en 2013 -aunque no contó con la misma aceptación que la original-.
De gran crudeza visual y narrativa, la cinta cuenta la historia de un hombre que lleva años secuestrado y encerrado en una pequeña habitación en la que convive solo con un televisor. Él no sabe por qué razón está confinado y cuenta en la pared los días que lleva así, mientras va gestando la venganza contra quienes lo apresaron.
Con un ritmo frenético y de acción precisa, la película nos lleva por el viaje del protagonista, a medida que va conociendo aspectos de sí mismo y sus rivales para llegar a un fatídico y retorcido final.
A 20 años de su lanzamiento, el film tendrá su reestreno en cines argentinos el próximo 30 de noviembre. Old Boy está protagonizada por Choi Min-sik, Yoo Ji-tae y Kang Hye-jung y es la segunda parte de la “trilogía de la venganza” de Park Chan-wook, precedida por Sympathy for Mr. Vengeance (2002) y sucedida por Sympathy for Lady Vengeance (2005).
La cinta está basada en un manga japonés homónimo, escrito por Garon Tsuchiya entre 1996 y 1998, y en 2004 recibió el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, además de ser coronada como Mejor película en el Festival de Sitges.
Old Boy se ha constituido como una película de culto y permitió al mundo occidental abrirse a las producciones surcoreanas que, durante los años 2000, gozaron de un gran esplendor. El film es también un obligado a la hora de hablar de historias de venganza y se convirtió en una fuerte influencia para posteriores películas de acción.