Christian Bale comenzó su carrera cinematográfica jugando en las grandes ligas. Cuando tenía unos 12 años fue elegido entre 4.000 niños para ser el protagonista de la película dirigida por Steven Spielberg, El imperio del sol. Este film bélico se estrenó en 1987 y sería el puntapié para que Bale forjara una carrera más que exitosa, que incluiría papeles como Batman, el atractivo asesino de Psicópata americano, el esquelético e insomne protagonista de El maquinista y más.
El imperio del sol fue una experiencia provechosa a nivel profesional pero desestabilizadora a nivel personal; tanto que casi lo hace abandonar el sueño de ser actor. Bale comenzó en lo más alto del cine y trabajar con Spielberg fue una verdadera bofetada, aunque tomaría dimensión de esta experiencia años después, tal como comentó en entrevista con GQ.
“En ese momento no tenía idea cuán única era esa película. No me había dado cuenta que no todas las películas construían una carretera en el medio de un pantano en España. No fue hasta mucho después, cuando trabajé en películas más pequeñas, que miré hacia atrás y dije: ‘Oh, era una película muy grande'”, comentó.
Su protagonismo en El imperio del sol lo hizo conocer lo más granado de Hollywood desde el inicio, no solo por la envergadura de la producción sino porque trabajó junto a figuras como John Malkovich, Ben Stiller, Miranda Richardson y el propio Spielberg.
En diálogo con The Talks, Bale confesó lo contraproducente que fue para su carrera, en algunos aspectos, haber filmado esta película siendo solo un niño sin conocimientos de la industria:
“Spielberg me hizo pensar: ‘No quiero volver a hacer esto nunca más’. No él específicamente, la pasé muy bien con él. Pero la experiencia de hacer algo así a esa edad no es algo que le recomiende a nadie”.