Jim Carrey ha construido una exitosa y respetada carrera a través de los años. El actor originalmente comenzó en la comedia, caracterizándose por su humor slapstick y su impresionante manejo de las expresiones faciales, para luego ofrecer memorables papeles en dramas e incluso en thrillers. El actor de La máscara permanece como uno de los comediantes más destacados de Hollywood pero existen algunas manchas en su currículum que desearía poder borrar.
Una mala decisión de la adolescencia
Los comienzos en el cine pueden ser duros y por eso muchos intérpretes aceptan pequeños roles en películas menores, ya que es la manera de entrar a la industria e ir construyendo una filmografía. Así, la segunda película en la que Carrey tuvo un papel fue All In Good Taste, estrenada en 1983 y dirigida por Anthony Kramreither. La sinopsis publicada por FilmAffinity reza: “El director de una película de cine ve cómo su mundo se pone patas arriba cuando descubre que el guion de su última obra, originalmente basado en la relación entre un huérfano y su perro, se ha convertido en una cinta sobre strippers”.
Carrey solo estuvo en pantalla por 30 segundos, pero en su aparición se mostró su parte de atrás desnuda. Si bien estas imágenes podrían haber pasado desapercibidas, una vez que el actor saltó al estrellato se comenzaron a usar para las portadas de VHS y DVDs, lo cual lo enfureció. Por eso, el comediante ha descripto su participación en este film como “un error adolescente” (vía Far Out).
Más allá de la molestia que puede haberle causado, la película se mantiene olvidada y además muy mal valorada por la crítica, siendo que en IMDb cuenta con un puntaje de 2.9 sobre 10. Tampoco se encuentran tráilers ni es un film que haya seguido circulando, por lo que el actor logró dejarla atrás como una simple mala decisión dentro de lo que luego sería una filmografía formidable.