Hoy en día Angelina Jolie es una de las actrices más famosas de la industria del cine, pero incluso siendo la hija de una leyenda del séptimo arte como Jon Voight hubo un tiempo en el que la actriz era una completa desconocida para el público. Al igual que cualquier otra persona que sueña con pegarla en Hollywood, la estadounidense tuvo que ir construyendo una reputación en el medio y, para eso, aceptó papeles en cintas que con el tiempo dejaron de ser de su agrado.
Un claro ejemplo de lo anterior es Cyborg 2, el film escrito y dirigido por Michael Schroeder en el que Jolie le dio vida a Casella “Cash” Reese, una cyborg creada por la compañía norteamericana Pinwheel Robotics para espionaje corporativo y para asesinar gente. Según recuerda Far Out Magazine, la reacción inicial de Jolie al ver el largometraje en el que había participado fue de tanto rechazo que le provocó náuseas.
“Oh, vomité”, le dijo a Buzzfeed. “Lo hice. La vi y vomité. Sólo náuseas. Pero el kickboxing fue divertido. Era la primera vez que me enviaban a hacer kickboxing. Tenía 17 años y creo que pensé que estaba haciendo una película real, lo cual es extraño ya que hay una escena en la que estoy decapitada y hablando… como cualquiera lo hace. Pero sí, la vi y me enfermé mucho. Solo recuerdo a mi hermano Jamie [Haven] abrazándome y diciendo: ‘Todo va a estar bien'”, agregó.