Mary Poppins es una de las comedias familiares más famosas del cine. La historia de la niñera mágica que ayuda a los niños que cuida a acercarse a su padre se volvió un clásico del séptimo arte. Además, uno de los aspectos que la ha hecho tan exitosa es que es apta para todo público.
Sin embargo, esta cualidad cambió en el marco del 60º aniversario del estreno del film dirigido por Robert Stevenson. Desde la British Board of Film Classification (BBFC) -ente encargado de calificar las películas- decidieron que Mary Poppins ahora tendrá la clasificación “PG” (Parental Guide), lo que significa que los menores de edad pueden verla con supervisión de un mayor.
La razón es que el film incluye lenguaje discriminatorio, específicamente la palabra “Hottentot”, que se repite en varias oportunidades. Este término se usa de forma peyorativa y discriminatoria para referirse a las personas de origen africano y tanto los niños como el personaje del padre lo utilizan en la película.
Los cambios socio políticos de la actualidad llevaron a que este aspecto la saque de la calificación de Apta para todo público que había obtenido en el año de su estreno, 1964. Desde la BBFC expresaron:
“Si bien Mary Poppins tiene un contexto histórico, el uso de lenguaje discriminatorio no es condenado y, en última instancia, supera nuestras pautas para un lenguaje aceptable en la clasificación ‘U’. Entendemos, a partir de nuestras investigaciones sobre racismo y discriminación, que una preocupación clave para los padres es la posibilidad de exponer a los niños a un lenguaje o comportamiento discriminatorio que puedan encontrar angustiante o repetir sin darse cuenta de la posible ofensa”.
El cine ha cambiado radicalmente en los últimos años y muchos aspectos que antes eran aceptados, ahora son condenados o, al menos, desnaturalizados.