La cantidad de producciones españolas disponibles en Netflix es tan amplia como variada, pero hay algunas que no cuentan con tanta popularidad y titulares como otras. Por eso, hoy nos propusimos acercarte tres series y películas para que disfrutes en estos días.
La catedral del mar
Basada en la novela homónima de Ildefonso Falcones, esta serie es especial para los fanáticos de las producciones históricas, las tramas políticas y las ambientaciones de época.
Compuesta por una sola temporada de ocho episodios, la tira se sitúa en el siglo XIV, en Barcelona, una ciudad muy próspera que ha crecido hacia la Ribera, un humilde barrio de pescadores en que se está levantando la iglesia de Santa María del Mar. Ahí llega Arnau Estanyol (Aitor Luna), un siervo que huye junto a su padre de los abusos de los señores feudales.
Gracias a su esforzado trabajo en todo tipo de labores y luego como soldado, se convertirá en hombre libre, pero eso despertará la envidia de sus enemigos.
El Club de los Buenos Infieles
Esta comedia, que fue dirigida por Lluís Segura y realizada a modo de documental falso, tiene como protagonistas a Carlos (Raúl Fernández), Marcos (Fele Martínez), David (Hovik Keuchkerian) y Jordi (Jordi Vilches), cuatro amigos de la infancia que se reencuentran en una cena para ex alumnos de su colegio.
Tras varias copas de más, los miembros de la banda comienzan a revelar sus conflictos como cuarentones y padres de familia, llegando a la conclusión que su mayor problema es la falta de pasión. Ante esto, y para experimentar un poco de riesgo en sus predecibles vidas, deciden formar un club de infieles con el que viajarán por España para conquistar mujeres.
Tu Hijo
Esta sorprendente película fue uno de los estrenos 2019 de Netflix y cuenta una historia realmente demoledora que dejará a más de uno con los pelos de punta hasta la última escena.
Miguel Ángel Vivas fue el encargado de contar la vida de Jaime Jiménez (José Coronado), un hombre normal, médico y padre de familia cuya vida da un vuelco cuando su hijo mayor, Marcos (Pol Monen), recibe una brutal golpiza que lo deja grave en el hospital.
La policía no puede hacer mucho porque no hay pruebas ni sospechosos, por lo que Jaime decide investigar por su cuenta y, al dar con uno de los agresores, decide perseguirlo para hacer justicia con sus propias manos. Pero Jaime ya no es el mismo de antes: se obsesiona con atrapar a los culpables y termina cegándose ante todo el resto.
En el camino el protagonista descubrirá varias cosas impensadas que dejan a los espectadores con la boca abierta, a lo que se suman los giros totalmente inesperados de la historia.