La casa ubicada en la calle ficticia Elm al 1428 tal vez sea una de las locaciones más icónicas del cine de horror. Cualquier amante del género sabe bien que, cuando se menciona tal dirección, refiere sin dudas a la franquicia protagonizada por el monstruoso personaje Freddy Krueger. Para ellos hay buenas noticias, pues trascendió que la mítica propiedad se encuentra a la venta y lista para ser habitada.
Según informó el medio Deadline, la casa estaría a la venta por la módica cifra de 3.25 millones de dólares y su última propietaria fue la directora Lorene Scafaria, creadora entre otras cosas de la cinta Hustlers. Por otro lado, también indicaron que la dirección real del inmueble es en la avenida Genesee (Los Ángeles). Aun así, esto nunca fue un misterio, ya que cientos de fans de la película dirigida por Wes Craven que pasan por allí aprovechan para sacarse fotos.
Aunque la casa es conocida principalmente por las películas de Craven, la propiedad también fue el escenario y set de un show de comedia. Durante el 2020 Scafaria le prestó a su pareja, el comediante Bo Burnham, las instalaciones de su vivienda para que pudiera llevar a cabo su especial llamado Inside, el cual fue grabado en plena pandemia. Para eso, el mismo Burnham debió encargarse de escribirlo, dirigirlo, editarlo y hasta musicalizarlo.
Además de aparecer en la película que da inicio a la saga, la residencia de la avenida Genesse volvió a la pantalla grande en dos películas más de la franquicia: A Nightmare on Elm Street 2: Freddy’s Revenge del año 1985 y Wes Craven’s New Nightmare del año 1994. Para el resto de las entregas se utilizó otra locación y se recreó el interior de la casa original a través de sets basados en los planos originales del inmueble.
Desde la salida del poco exitoso reboot de la primera película, estrenado en 2010 y dirigido por Samuel Bayer, pocas fueron las novedades y proyectos en base al universo que rodea al personaje de Krueger. De todos modos, son fuertes los rumores sobre que la empresa New Line Cinema se encontraría trabajando en una nueva versión de la historia, en formato de película o serie, para darle un nuevo inicio. Principalmente se debería a la cantidad de reversiones de clásicos de terror que se estrenaron los últimos años, como por ejemplo Child’s Play o Pet Samatary.