Hace tiempo que el streaming comenzó a formar parte de la vida cotidiana de las personas. De hecho, empresas como Netflix, Amazon, HBO, Disney y Star+, por nombrar solo algunas, vieron el potencial en esta tecnología y lanzaron sus propias plataformas para compartir sus contenidos con sus abonados. Sin embargo, el streaming no siempre estuvo en boca de todos. De hecho, hace no muchos años, ni siquiera cabía en la cabeza de la gente la idea de poder disfrutar de una película desde la comodidad de un sillón y sin tener que descargar el contenido.
El film que inició el camino
Esto fue así hasta que un largometraje fue el primero en ser “estrimeado”: Wax or the Discovery of Television Among the Bees. Dirigida, escrita, producida y protagonizada por David Blair, la cinta data de 1991 y, según afirma el sitio de la Cineteca Madrid, “es una epifanía, una suerte de gran alucinación cibernética desbordante de simbolismos e imaginarios sobre la manipulación y la construcción de significados” en la que el propio Blair interpreta a Jacob, un hombre que se implanta un chip que le lleva a sufrir alucinaciones.
Según recuerda Far Out Magazine, en 1993 Blair tomó la decisión pionera de subir su trabajo a Internet, convirtiendo su film en el primero en ser transmitido online, algo que, considerando las limitaciones tanto de internet como de hardware en aquel momento, fue toda una hazaña. Así, los privilegiados que contaban con los medios para hacerlo pudieron acceder al largometraje desde sus propios hogares, una experiencia que hoy en día es algo a lo que toda persona está acostumbrada.