Samuel L. Jackson es un actor de primera línea de Hollywood. Con el correr de los años ha logrado formar parte de títulos del más puro entretenimiento como los que integra en el Universo Cinematográfico de Marvel así como de películas de corte más alternativo. Esto tuvo que ver en gran parte por su interpretación de Jules Winnfield en Pulp Fiction.
Lo cierto es que este rol quedó impregnado en la cultura pop como uno de los más sobresalientes de la carrera del actor, que ha logrado que miles de fans alrededor del mundo repitan partes de sus líneas en la película. Sin embargo, el actor nacido en Washington D.C. estuvo muy cerca de perder la oportunidad de actuar en la segunda película de Quentin Tarantino.
El director tenía en mente a Laurence Fishburne para interpretar a Jules, pero él decidió rechazar la propuesta porque le preocupaba que el film transmitiera un mensaje confuso acerca del consumo de heroína, postulándola como algo divertido. Así, la segunda opción de Tarantino fue el puertorriqueño Paul Calderón. Cuando Calderón fue llamado a audicionar, Tarantino llegó tarde para la prueba y esto enojó al actor, pues el director no pudo verlo en acción.
Jackson, quien había sido citado el mismo día para la audición, se presentó listo para brillar frente al director y los productores. No solo se encargó de despachar sus líneas con soltura y estilo sino que también se presentó al casting con una hamburguesa y una gaseosa en la mano. Así, su interpretación de Jules fue sumamente natural y realista, además de haberle agregado una impronta propia que luego Tarantino tomaría para desarrollar el personaje en pantalla (vía CBR).
Sin dudas Jackson ofrece una de las actuaciones más destacadas de Pulp Fiction y junto a John Travolta construyó una dupla inolvidable que quedó inmortalizada en el cine.