La Educación del Rey es un policial argentino que acaba de presentarse con muy buena recepción en el Festival Internacional de Cine de Pingyao (China), cuya curaduría está a cargo del reconocido Marco Müller (Director del Festival Internacional de Venecia). Esta ópera prima del mendocino Santiago Esteves, fue ganadora del premio Cine en Construcción del año pasado en San Sebastián, incentivo con el que atrajo la atención de la prensa internacional.
La peícula es un policial/thriller que nos trae la historia de Raymundo (Matías Encinas), un adolescente iniciado en la delicuencia que por accidente cae en la casa de un guardia de seguridad retirado (Germán De Silva), quien, aún en condiciones de entregarlo a la policía, decide alojar a Raymundo hasta que termine de reparar los daños que provocó en su casa. Un relato social comienza a ilustrar las transformaciones que generan los vínculos inesperados, al tiempo que las aventuras entre Raymundo y Carlos nos adentran en una película que sosteniendo la acción, dialoga sobre la integración y consigue representar genuinamente una parte de nuestra cultura.
La Educación del Rey genera una reflexión sobre las relaciones interhumanas y los prejuicios. En palabras, ¿qué es lo que te gustaría proponer?
Creo que la película intenta poner en escena cómo podría desarrollarse la relación entre dos desconocidos, que además pertenecen a dos generaciones distintas, a partir de un hecho accidental. Si bien desde los primeros borradores, con Juan Manuel Bordón (coguionista) nos interesaba construir un relato que fuera como una fábula clásica de aprendizaje, el contexto social argentino nos fue imponiendo las condiciones en que esto ocurre. El encuentro entre un chico escapando de un robo, y un guardia de seguridad retirado, nos daba un marco en el que podíamos plantear una mirada que se diferenciara de la representación dominante sobre la delincuencia y la seguridad, y a través de la ficción explorar algunos prejuicios, incluso y sobre todo, los propios.
Proyectar una película con una problemática local en un festival internacional puede llegar a ser riesgoso, ¿por qué crees que La Educación del Rey trascendió ese peligro?
Creo que la película tiene varios niveles de lectura. Por un lado, es una película que intenta ser fiel por estructura al policial negro y también dialoga con un género como el western clásico norteamericano: ambos géneros tienen códigos que a esta altura son, para cualquier espectador de cine, universales. De todos modos, luego de escuchar las opiniones de personas de lugares distintos del mundo, lo que suele llegar con más facilidad es la relación que generan Rey y Carlos, que tiene un componente paterno filial fuerte. Entre los dos personajes se genera un vínculo cuya deriva es algo que todos conocemos de alguna manera.
¿En qué aspectos creés que potenció esta película el haberla filmado en Mendoza?
En un nivel más objetivo, que los espacios donde es llevada a cabo la acción sean, de algún modo, vírgenes de cine, y además tengan una relación de mutua necesidad con lo narrado, siempre es una ventaja. En un cine como el nuestro, que necesita mucho de las locaciones naturales, los espacios ayudan a volver interesante una película tanto como los personajes. Desde una perspectiva más personal, encuentro que filmar en los lugares que uno conoce y quiere es algo que se termina transmitiendo en una película. El vínculo emocional que una puesta en escena transmite está muy ligado al deseo de compartir un espacio que querés o que te genera cierto tipo de emociones. Mendoza es un lugar sumamente interesante, por el modo en que la ciudad interactúa con la montaña, y los barrios se trepan a ella. Poder haber mostrado ese territorio (y haber filmado ahí) es algo de lo que estoy orgulloso.
Matías Encinas (El Rey) es una revelación, ¿qué era lo que buscaban para representar este personaje? ¿Cómo fue trabajar con él?
Lo que nos pasó con Mati fue genial. Si bien él no tenía experiencia filmando ningún tipo de producto audiovisual, y salía un poco de lo que habíamos pensado para el personaje, en unas pruebas vi que el equipo estaba muy a gusto con él, y que además tenía una energía hermosa, unas ganas de trabajar que eran realmente emocionantes. Estaba sumamente concentrado y era capaz de absorber todo tipo de indicaciones con mucha velocidad y naturalidad. A partir de ensayar con él, reescribimos en el guión al personaje según sus propias reacciones, y eso fue un gran acierto porque creo que su personalidad tuvo mucho que ver con el resultado. A partir de esa experiencia, Juan Manuel dijo algo que me parece valioso: así se dice que es bueno filmar en contra del guión, yo considero que muchas veces es bueno hacer el casting en contra de los personajes, porque muchas veces podés encontrar soluciones mucho mejores en los actores que encontrás que lo que tenías planeado.
La Educación del Rey es un proyecto co-escrito con Juan Manuel Bordon, ¿en qué se diferencian tus aportes de los de él?
Con Juan nos conocemos de memoria, somos amigos desde la infancia y siempre compartimos la fascinación por cualquier tipo de ficción. Tenemos un modo de trabajo que consiste en intercambiar ideas de modo permanente, por lo tanto muchas veces es impreciso encontrar los puntos de partida de los relatos, o quién fue al que se le ocurrió tal o cual cosa. Hemos crecido juntos como guionistas, por lo tanto funcionamos cruzándonos las escenas y editándonos mutuamente a la hora de escribir. En el caso de La educación del Rey, tanto el título como los dos personajes fueron inspiración de él, y luego fuimos desarrollando todo lo demás.
¿Qué percepción te llevás de este primer Pingyao International Film Festival?
Al ser la primera edición, tuvimos una visión del potencial que puede alcanzar un festival con un nivel curatorial tan exigente. Si tanto Marco Müller como Jia Zhangke siguen involucrados, solo queda esperar que tenga la continuidad suficiente para seguir creciendo. La ciudad es totalmente increíble, y de un tamaño que permite que haya mucho diálogo y contacto entre los cineastas, prensa y programadores. Fue un honor estar ahí, en su nacimiento.
¿Estás trabajando en un nuevo proyecto? ¿Podríamos seguir educando al rey?
Vengo desarrollando dos películas en paralelo: un thriller que transcurre en la frontera entre Argentina y Chile, y una película narrativa pero de estructura más experimental, que gira en torno a un cuadro desaparecido del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires en 1980. Veremos cuál encuentra financiación primero… Me encantaría continuar la historia del personaje de Rey. Con Juan Manuel siempre lo pensamos como un personaje al que podríamos volver a encontrar en distintos momentos de su vida, como un medio para seguir contando historias. Las personas siempre nos estamos educando, de una u otra manera, y vamos encontrando distintos maestros o modelos a lo largo de la vida
¿Hay alguna distribución confirmada? ¿Cuándo vamos a poder ver La Educación del Rey en los cines argentinos?
La película se acaba de estrenar en los cines de Francia. En España, se estrenará en marzo probablemente. En Argentina, todavía es una incógnita, porque el hecho de que haya sido primero una serie genera algunas controversias, que parten más del conservadurismo de nuestro país acerca de cómo se hacen las películas que de una lectura más objetiva de la película. De cualquier modo, soy optimista.