Sofia Coppola es una de las cineastas contemporáneas más peculiares. Su cine ha logrado instalarse en el canon por fuera de la sombra de su padre, el gran maestro Francis Ford Coppola. Y, aunque la directora de aclamadas obras como Las vírgenes suicidas y Perdidos en Tokio haya forjado un estilo más que propio, no deja de reconocer la influencia de su padre.
En este marco, la propia Sofia ha elegido su película favorita de la extensa filmografía de su progenitor y, lejos de quedarse con algunos de los grandes clásicos, la cineasta de 50 años eligió Rumble Fish, conocida en español como La ley de la calle. Estrenada en 1983, la película está basada en una novela de S.E. Hinton y protagonizada por Matt Dillon y Mickey Rourke. Sobre este film, Sofia confesó: “Me encanta que sea un cine arte sobre adolescente. Simplemente amo la forma en la que fue filmada, amo esos lentes viejos, esos lentes Zeiss; tiene un sentimiento más suave. [Su hermano] Roman y yo somos sentimentales con esta película”.
La historia se centra en dos adolescentes: uno de ellos admira a su hermano mayor motociclista y, mientras se teje la relación entre ambos, el más joven intenta hallarse a sí mismo en el mundo. Francis Ford ha hablado sobre la génesis de esta idea y el proceso de producción: “La película tiene un sentimiento real del corazón. No puedo recordar cuál era el clima exactamente, pero hicimos un esfuerzo consciente para que pareciera caluroso, rociando a los actores y mojándolos debajo de los brazos. Decidí filmar en blanco y negro porque quería hacer cine arte para gente joven, y el blanco y negro le otorga la cualidad de un realismo poético“.
Y continuó: “Y no dejé que solo el guion contara la historia. También usé ángulos de cámara, iluminación y soundtrack para estimular a la audiencia joven a que amen la forma tanto como yo. Me decepcionó cuando no corrieron a verla. Pero es placentero que su atracción haya perdurado. Fue una película que realmente quería hacer”.
Es indudable que la influencia directa de su padre fue una pieza fundamental a la hora de que Sofia Coppola desarrollara su carrera. Si bien se aleja completamente de la poética y la esética de Francis Ford, el aprendizaje y la inspiración por haber transitado los sets desde muy chica se volvió un sello indeleble. “Estoy orgullosa de ser su hija. He aprendido de él a tener agallas e integridad. Pero ahora tengo un cuerpo de trabajo que tiene su propia identidad. Él es un gran maestro, pero estoy feliz de tallar mi propia forma de trabajar”, expresó la directora de The Bling Ring en entrevista con The Guardian.