Entender el cine turco requiere entender la sociedad turca. Turquía es un país a caballo entre occidente y el medio este, una sociedad laica con un gobierno islamista moderado. Una fusión, en definitiva, entre dos mundos. Sonbahar es una película sobre la vida en la Turquía moderna, vista a través de los ojos de Yusuf (Onur Saylak) un ex preso de conciencia, que, enfermo de gravedad es liberado y sintiendo la llamada de la tierra, regresa al hogar de su infancia, un mundo rural que contrasta abrúptamente con una cercana ciudad de tamaño medio.
Ozcan Alper medita sobre la importancia de las raíces y como estas se diluyen conforme abandonamos la niñez, a través de dos mundos. En el pueblo de su infancia, Yusuf reencontrará con la inocencia perdida, los brazos protectores de una madre, los viejos amigos que no han cambiado, y paisajes sosegados que no traen sino paz y tranquilidad al espíritu. Por contra, en la ciudad encontrará aquello de lo que huye, el tabaco que le mata y el gentío (la película se abre con un motín carcelario representativo de las masas de las que Yusuf intenta huir), pero también encontrará el amor. Por desgracia, ese amor, encarnado en Eka (la actriz georgiana Megi Kobaladze) está condenado. Eka, es una prostituta georgiana que se encuentra en situación irregular en territorio turco y Yusuf, siente que su enfermedad le corroe y lucha contra el tiempo que le queda para disfrutarlo como un hombre libre y querido. Un drama, en definitiva, fantásticamente ambientado, con diálogos certeros acompasados magistralmente con silencios, sonidos de la naturaleza que deberían ser considerados como diálogos en sí mismo, por lo que comunican, como comunica también la fotografía, absolutamente cautivadora y con su propio mensaje, y no me resisto a resaltar el contraste de la lluvia, apaciguadora en la montaña, y violenta tormenta en la ciudad. Siendo una película absolutamente deliciosa, es justo advertir que el ritmo que impone hace que uno deba visionarla con la mente muy abierta y un café bien cargado si decide hacerlo por la noche.