Una de las películas más exitosas y recordadas de Steven Spielberg sin dudas es Tiburón -o Jaws, en su idioma original-. La cinta revolucionó a la audiencia cuando llegó a la pantalla grande, pero, más allá de su éxito, hay algo que el cineasta no esperaba de su obra y es el impacto negativo en la población de tiburones.
El remordimiento de Spielberg
En una reciente entrevista con el programa Desert Island Discs de la BBC Radio, el director confesó sentirse apenado por las repercusiones negativas que trajo su película de 1975, más específicamente con la caza y pesca de tiburones. “Realmente y hasta el día de hoy lamento la diezma de la población de tiburones a causa del libro original y la película”, dijo Spielberg. “Lo lamento de verdad”.
Cuando se le preguntó cómo reaccionaría si se encontrara en una situación de peligro con tiburones rodeándolo, explicó que no les tendría miedo, más bien buscaría algún tipo de retribución por el daño que les ha causado. “Esa es una de las cosas que sigo temiendo. No que me coma un tiburón, sino que los tiburones se enfaden conmigo de alguna manera por el frenesí alimenticio de pescadores deportivos que se produjo después de 1975”, dijo.
Un punto de inflexión para los tiburones blancos
Como explica Spielberg, si bien a lo largo de los años han habido otras causas para el declive de la población mundial de tiburones, varios conservacionistas culparon a su película y al libro en el que se basó por el aumento en la caza de tiburones. “Tiburón fue un punto de inflexión para los tiburones blancos“, dijo Oliver Crimmen, conservador de peces del Museo de Historia Natural de Londres, en una entrevista con la BBC en 2015.
El especialista continuó: “De hecho, vi cómo se producía un gran cambio en la percepción pública y científica de los tiburones con la publicación del libro Tiburón de Peter Benchley y su posterior conversión en película”. Crimmen argumentó que esto se produjo gracias a que ambas obras presentaban a los tiburones como seres vengativos con intención de matar a individuos concretos.
Más allá de la polémica, Tiburón impulsó a Spielberg al éxito absoluto, convirtiéndose en una de las piedras basales de su carrera. Con el paso de los años, varios directores se inspiraron en la película para sus propias producciones, por ejemplo Jordan Peele con Nope.