Hace algunas semanas atrás, estalló en la web un furor fanático por una nueva serie de Netflix. Se trata de Stranger Things, una serie sci-fi situada en 1983 y con claras referencias a la cultura pop de esa época. Por ahora tenemos la temporada uno que cuenta con sólo ocho capítulos de una hora aproximadamente y no se sabe cuándo podremos disfrutar de la segunda parte.
La serie nos cuenta la historia de la misteriosa desaparición de Will, un niño de 12 años sensible y algo geek y las múltiples formas en las que quienes lo rodean emprenden distintos tipos de búsquedas. Su grupo de amigos nerd, fanáticos de Dungeons and dragons, de la ciencia, los cómic como X-Men, películas de ciencia ficción, todos elementos típicos de la cultura de la época que les servirán como herramientas para encarar la búsqueda de su amigo, que parece tener tintes sobrenaturales. Por otro lado tenemos a Winona Ryder, que aparece en la pantalla luego de varios años de ausencia, interpretando a la desesperada madre del niño, rozando la locura, también percibiendo que en la desaparición de su hijo hay algo extraño y que no se dará por vencida por que dice que ella siente a su hijo. Así, por medio de lucecitas navideñas o con un gran parlante con Should I stay or should I go de The Clash sonando a todo trapo, intentará contactarse con su hijo. También hay un policía, que en un principio es detestable y desinteresado, pero con el correr de los días comienza a sospechar que hay gato encerrado en el caso y se dedica a investigar frenéticamente, la búsqueda tradicional del detective hollywoodense, podríamos decir.
La historia, hay que decirlo, es al menos atractiva. Pero tal vez no es eso lo que causó tanta sensación extendida, sino la estética. Stranger things está repleta de referencias ochentosas, en todos los órdenes: el OST, a cargo de Kyle Dixon y Michael Stein (de la banda Survive), incluye canciones como “Heroes” de Bowie interpretada por Peter Gabriel, “Atmosphere” de Joy Division, en repetidas veces aparece el clásico hit de The Clash, también temas de Jefferson Airplane y New Order, mientras el tema de apertura acompaña la tipografía ochentosa que nos recuerda a Star Wars con sonidos de sintetizadores. La serie misma, sus recursos narrativos y cinematográficos se inscriben en la tradición de films como The thing (John Carpenter), E.T (Steven Spielberg), The Goonies (Richard Donner), Alien (Ridley Scott), entre otras. Stephen King es otra de las referencias permanentes que nos hacen pensar que estamos viendo un VHS.