Últimamente la figura del maestro del cine de suspenso y terror, Alfred Hitchcock, está siendo retomada por el cine para utilizarla dentro de la ficción y hasta, podríamos decir, convertir su parte mítica en farándula. Así es que este año tuvimos el estreno del film “Hitchcock” sobre su relación amorosa con su mujer Alma, durante el rodaje de la legendaria “Psicosis”. Pero HBO va un poco más lejos y nos acerca el film televisivo “The Girl” (Julian Jarrold, 2012) que relata de forma cuasi amarillista la relación del enigmático realizador con la protagonista de Los Pájaros. Buscando una bella rubia que encaje con el papel pensando para la que sería su “película más ambiciosa”, Alfred Hitchcock (Toby Jones) junto a su mujer Alma (Imelda Staunton) dan con la deslumbrante Tippi Hedren (Sienna Miller). A partir de allí, se crea entre la novata actriz y el aclamado director un gran vínculo artístico que derivará en una obsesión de parte de Alfie. Un film que aborda el rodaje de Los Pájaros y sus entremeses no puede no ser atractivo. Entramos, al comenzar la película, en el mundo de Hitchcock, en todos sus artificios, en su enorme imaginación llevada a cabo de forma escalofriante y también en sus excentricidades. Así es como asistimos a una película fluctuante: por un lado hay un trabajo estético muy detallista y deleitante y una suerte de homenaje a este gigante del cine; por el otro lado, la historia deriva en una burda exposición del carácter obsesivo que tiñe la relación con la blonda actriz. La figura de Hitchcock se aleja del aura grandiosa y de maestro que debería rodearlo para convertirse en un simple baboso obsesivo, al tiempo que Tippi toma el lugar de mujer enigmática e inalcanzable. Ahí es donde la película falla. ¿Cuál es la necesidad de defenestrar semejante figura? El intento de sacar a la luz un aspecto de su vida privada cae en una simple y repetitiva exhibición bufonesca.
Como decía más arriba, sí es muy rescatable el aspecto estético y anecdótico del film: asistir al “amasado” de tan aclamada cinta como Los Pájaros es realmente emocionante, ver cómo se llega a ciertas escenas memorables, la interpretación de un Hitchcock en acción. Incluso vemos como un cierto homenaje a la obra del director cuando se recrea la memorable escena de la ducha de Psicosis. La presencia, no menor, de Sienna Miller es también un agregado estético muy importante, su radiante rubio y deslumbrante belleza atrapan durante todo el film. La película es fluctuante también referida al ritmo. Arranca muy interesante, capta al espectador y parece que su foco estará puesto en la realización de Los Pájaros, en el desenvolvimiento del director y en la tan importante relación actor-director. Pero luego va tomando un ritmo lento y aburrido, donde las fortalezas de los personajes (y actores) van decayendo, el argumento se hace más lánguido e inconsistente. Lo que podría haber sido un buen film, a partir de la temática, cae en la mera representación escandalosa y sensacionalista de una obsesión.