En las últimas semanas se llevó a cabo el prestigioso Festival de Cannes, uno de los eventos cinematográficos más importantes del año que nunca pasa desapercibido, y que este año fue particularmente comentado por las películas de su programación que más impacto han causado. Hablamos específicamente de Titane, la película francesa dirigida por Julia Ducournau que ganó la Palma de Oro.
Titane es un film híbrido, con rasgos de terror, gore, ciencia ficción y con un planteo feminista. La película se consagró en la edición número 74 de Cannes y también se llevó un gran puñado de detractores por ser una propuesta de difícil digestión.
Como suele ocurrir con algunos estrenos de Lars von Trier (el caso más reciente fue con La casa de Jack), parte del público se levantó de la sala durante la proyección y otras personas habrían sufrido náuseas, desmayos y convulsiones. Esto se debe a que la película francesa no escatima en escenas explícitas de asesinatos, torturas, sexo grupal y violencia sin paliativos.
La historia gira en torno a una bailarina stripper, “lap dancer”, que hace su trabajo sobre los capó de los autos. Luego de ser acosada por uno de sus clientes, que se obsesiona con ella, comienza un camino de transformación en una despiadada asesina.
El film ha sido definido como perteneciente al subgénero de terror corporal y se ha presentado transgresor en varios aspectos: sexual, ideológico, visual y de género. Esta coproducción entre Francia y Bélgica cuenta con las actuaciones de Agathe Rousselle, Vincent Lindon, Garance Marillier y Laïs Salameh.
Este año el festival contó con una gran cantidad de títulos interesantes como Annette, lo nuevo de Léos Carax, o el flamante film de Paul Verhoeven, Bendetta. Sin embargo, la más destacada fue la cinta de Ducournau, que se convirtió en la segunda mujer en ganar el premio mayor de Cannes en toda la historia del festival.
La directora ya había llamado la atención con su película anterior, Raw, que ha sido traducida en varios países como Crudo y que cuenta la historia de una joven estudiante de veterinaria que paulatinamente se convierte en caníbal. Con los dos largometrajes, la directora ya está dejando en clara su búsqueda estética y conceptual, que comparte algunos rasgos con el cine de Gaspar Noé, Lars von Trier, entre otros.