Una de las películas más significativas de las cultura pop de los años 90 cumple 25 años. Trainspotting, basada en la novela de Irvine Welsh y dirigida por Danny Boyle, representó un desencanto con respecto a la sociedad del progreso y al valor absoluto de la vida y se erigió como una visión cruda aunque por momentos moralista sobre las drogas en el contexto de resaca de los 80. Un film ineludible dentro de las vinculaciones entre el cine y el rock y un pope de las películas sobre estupefacientes.
Esta película protagonizada por Ewan McGregor vio la luz en 1996, contó con algunas de las escenas más recordadas del cine contemporáneo y ofreció un soundtrack inolvidable. Como toda gran obra cinematográfica y film de culto, Trainspotting tiene muchas curiosidades en torno a su creación y su detrás de escena que te contamos a continuación.
El título
En cuanto al título, Trainspotting tiene un doble significado dentro del universo de la obra de Welsh. Por un lado, dentro de la jerga escocesa, se refiere al acto de buscar una vena para inyectar heroína, aunque en Reino Unido se concibe como el acto de observar los trenes pasar, una actividad que realizan los protagonistas. La película contó con la participación del escritor, quien apareció en un cameo interpretando a un narcotraficante.
El rol de Ewan McGregor
McGregor fue el actor encargado de interpretar al protagonista Renton, un joven escocés adicto a la heroína, y prepararse para este papel no fue tarea sencilla. El actor de Moulin Rouge le propuso a Boyle probar la droga para acceder a la verdadera sensación pero el director se negó. Además, tuvo que bajar más de 10 kilos para su personaje.
El presupuesto
En lo que respecta al presupuesto, esta no fue una película suntuosa. En aquel momento, Boyle solo tuvo siete semanas y media para rodar y el presupuesto era de 1.550.000 libras. Para preparar a sus actores, Boyle acudió a films clásicos que se vinculaban con Trainspotting, entre ellos The Hustler, La naranja mecánica y El exorcista. De hecho, la famosa escena de alucinación de Renton en la que ve el bebé muerto en el techo habría sido inspirada en esta última.
La banda sonora
Una de las características más patentes de la película es la banda sonora. La conjunción de los artistas alternativos más celebrados del momento, relacionados con la escena del under y muchos surgidos en los 80 cumplió un rol fundamental en la difusión de la cinta y en su mote de “film de culto”.
El mítico comienzo con “Lust For Life” de Iggy Pop mientras la voz en off de Renton recita un manifiesto sobre el engaño de la vida moderna y capitalista se ha convertido casi en un videoclip que excede al film. Además, se unen en este soundtrack canciones de Blondie, Brian Eno, Lou Reed, Blur, entre otros. La banda sonora fue reconocida por grandes publicaciones como Vanity Fair o Rolling Stone como una de las más significativas de la historia del cine.