Clint Eastwood tiene una reputación ganada en Hollywood por su trabajo como actor y director. El artista tiene una gran habilidad para ajustarse a los presupuestos de los films, cumplir con plazos y saber trabajar de manera armónica tanto con el equipo técnico como con los actores y actrices.
Lejos de los delirios presupuestarios de Francis Ford Coppola con películas como Apocalipsis Now o de las denuncias de malos tratos que han recibido Lars Von Trier, Stanley Kubrick y más directores, Eastwood parece aplicar siempre la practicidad.
El director de fotografía Jack Green, quien trabajó en múltiples oportunidades con Eastwood, habló en una entrevista con Esquire del único altercado que tuvo el director en un set. El involucrado fue Kevin Costner y la situación ocurrió durante el rodaje de Un mundo perfecto (1993), cuando la carrera del actor se encontraba en su apogeo.
Qué pasó
En un momento del rodaje, Costner fue llamado por el equipo para rodar una escena pero alegó que aún no estaba listo. Eastwood, sin ánimos de esperar a nadie, decidió continuar y hacer la escena con el doble del actor, quien ya estaba preparado para responder al llamado de “acción”.
Con retraso, el protagonista de El guardaespaldas se presentó dispuesto a rodar la escena, pero Eastwood fue resolutivo y no dio lugar a la discusión: “No importa. Seguimos adelante”. De este modo, el director no sucumbió a ningún tipo de “divismo” por parte de la estrella, a pesar de que se tratara de un actor clase A de Hollywood.